Obras públicas: comenzaron los trabajos por los desagües pluviales en la Cuenca del Arroyo Dupuy

La comunidad celebró el logro que “cambiará el estilo de vida” de gran cantidad de familias de Rafael Castillo y Gregorio de Laferrere.

En Rafael Castillo y Gregorio de Laferrere, una obra esperada desde hace muchos años por la comunidad ya se encuentra en la primera etapa de ejecución: se trata de la construcción de los desagües pluviales en la Cuenca del Arroyo Dupuy, que se espera que se concrete en los próximos 24 meses y confían, pondrá fin a las inundaciones a la vera del curso hídrico.

El proyecto comenzó los primeros días de octubre con un trabajo previo desde la Subdelegación Sur de Gregorio de Laferrere, el secretario general de Obras Públicas, coordinador general de Obras Públicas, y reuniones con los vecinos en las que se explicaron las medidas a tomar para el transcurso de la obra. “Es un pedido histórico que necesitaba la localidad y que haya llegado hace que la comunidad esté muy agradecida”, resaltó a El1 el coordinador general de la Subdelegación Sur de Laferrere, Franco Medina.

Se planea que la construcción funcione como un aliviador con entubados de entre dos y seis metros de alto, dependiendo de la zona, que irán en paralelo al arroyo Dupuy y recibirán agua para que en algún momento quede seco, lo que eliminará la posibilidad de desbordes. Además, Medina aseguró que no solo afectará positivamente a quienes viven en las cercanías del arroyo, sino que también traerá beneficios como el asfaltado “pendiente” de calles aledañas ya que los trabajos comienzan en García Merou y el Río Matanza, y se proyecta que lleguen hasta la calle Tinogasta, en Gregorio de Laferrere norte, es decir que atravesaría a toda la localidad.

“Siempre estuve a la expectativa de esta obra. Para los que vivimos a la vera del arroyo, es espectacular. Me puse feliz cuando me enteré, porque la estábamos esperando desde hacía mucho tiempo y nunca se podía concretar. Debe llevar bastante cantidad de dinero, pero, por sobre todas las cosas, para nosotros es una alegría enorme”, celebró Miguelina, vecina de Rafael Castillo que vive en una orilla del afluente hace 40 años.

“Cuando el agua avanza, no mira qué se lleva: hemos perdido todo en muchas oportunidades”, lamentó la vecina, y compartió: “Vivo acá desde 1983 y conozco lo que son las inundaciones. Esta obra nos va a cambiar la calidad de vida a cada uno de los vecinos. ¿Qué más que poder pedir y dejar el legado de lo que ha sido la lucha durante tantos años para mis nietos? Estamos felices. Para nosotros no es un lujo, es una necesidad imperiosa que tenemos los pobres”, cerró.