Dady Brieva: “Me hace muy feliz hacer reír y cambiarle el ánimo a la gente”
El actor protagonizará “Super Dady - El mago del tiempo” en el Teatro Universidad. Se refirió a los tópicos del unipersonal y a su labor artística vinculada al humor. Su presencia en la televisión entre ficciones y programas periodísticos.
Más allá de que unos despiertan risas y otros generan asombro en el público, entre los comediantes y los ilusionistas hay varios puntos en común, por ejemplo, la atenta mirada y escucha de la audiencia frente a sus respectivos actos en escena. Por eso, el actor y cómico Dady Brieva origina carcajadas en la platea cada vez que se sube a un escenario y despliega su “magia humorística”.
De hecho, esta última situación ocurrirá el sábado 11 de noviembre, a partir de las 21, en el Teatro Universidad (Florencio Varela 1903, San Justo). Esa noche, el artista presentará su exitoso unipersonal Super Dady - El mago del tiempo, donde recorrerá desde su infancia hasta el presente, apelando a entrañables anécdotas, canciones y personajes.
Las entradas pueden adquirirse tanto en la boletería del auditorio de la Universidad Nacional de La Matanza (lunes a viernes de 11 a 21, sábados, domingos y feriados de 15 a 21) como en el sitio web Ticketek.
- El espectáculo lleva varias temporadas, ¿qué te incentiva a continuarlo?
- Estuve 40 años con Midachi y siempre en nuestros espectáculos había una canción presentación, un discurso mío y, luego, arrancaba la puesta. Así que los monólogos siempre fueron parte de mi vida artística con el trío (Miguel del Sel, “Chino” Volpato). Cuando nos separamos en 2010 hice Dadyman- Recuerdos de barrio y, después, en pandemia, Super Dady- El mago del tiempo. Con este último show recorrí prácticamente toda la Argentina, desde el sur hasta el norte, y ahora lo estoy bajando para hacer uno nuevo. Básicamente, se trata de un monólogo que habla de un montón de cosas que tienen que ver con los recuerdos y que no quedaron grabadas en ningún lado, porque no había TikTok, WhatsApp, Instagram, YouTube, ni ninguna red social que lo pudiera registrar. Son recuerdos que se transmiten a través de un ejercicio de memoria colectiva en cada función, con mucho humor.
- ¿A qué atribuís la identificación del público con tus historias?
- Es un humor popular que atraviesa generaciones y estándares económicos y sociales; hay algo de ida y vuelta. Cuento sobre temas como el barrio, la casa, dónde nací, historias del primer amor, la infancia, los velatorios de antes y la aparición del televisor. Argentina tiene una historia rica, de lucha, también triste, de mucho protagonismo popular a través de ciertas fechas. Todas esas cuestiones tienen que quedar registradas, y hay que recordarlas, primero porque hacen bien y, a su vez, porque si no se recuerdan se tiende a que desaparezcan.
- Desempeñás el rol de narrador, ¿cuáles son tus guías en escena?
- ¡Atrapar la atención del espectador! Busco contarles un cuento que les quede, los emocione, los haga pensar, los haga divertir. Todos hemos sufrido alguna situación difícil, pero nos podemos reír, tratamos de sanar y de cicatrizar. A mí me gusta mucho hacer reír. Lo más importante que me ha pasado es ser artista, ser cómico. Esa es mi función en la vida. El día que se me termine eso va a ser desastroso. Me hace muy feliz cambiarle el ánimo a la gente.
- A partir del título del espectáculo, ¿cuándo sentís que hubo magia en tu camino artístico?
- Lo primero que me viene a la mente es cuando Midachi estuvo con Diego Maradona en 1994. Yo siempre fui muy cholulo, aun siendo famoso. He ido a lugares donde podía ver a artistas, ya que con Miguel y el “Chino” nunca dejamos de admirar. Íbamos a un restaurante de la calle Libertad para ver a Enrique Pinti, ¡a tanta gente! Se trata de la magia de seguir mirando con asombro todo. Cuando uno consigue lo que deseo mucho no tiene que perder el respeto a ese deseo. Por otro lado, que un tipo como yo, nacido en Villa María, Santa Fe, haya llegado a donde llegó, ¡es mágico!
- Cambiando de faceta, sos conductor y panelista de programas periodísticos, ¿qué te interesa de estos roles?
- ¡Está muy piola! Peronismo para todos me permite hacer lo que me gusta. Cuando me lo presentaron, nosotros estábamos pasando por un momento de capas caídas. Veía que el peronista me decía 'yo soy como vos', pero bajito. Y yo me acordaba de mi viejo, mis abuelos, mis tíos, que con mucha dignidad y levantando la cabeza nos habían enseñado que Perón no era una mala palabra. Entonces, me gustó volver a tener ese programa, de alguna manera levantar el orgullo peronista y volver a gritar '¡Viva Perón!' Por otro lado, en Duro de domar está 'Chipi' (Mariela Anchipi, su esposa) y me gusta la tarea que hace, también me interesa estar con el equipo y debatir ciertos temas.
Recuerdo novelesco
Una tira diaria que forma parte del imaginario popular es la telecomedia El sodero de mi vida, emitida entre 2001 y 2002 por El Trece. Allí, Dady interpretó a Alberto, un hombre a cargo de una sodería de 50 años fundada por su padre y, al estar a punto de perder el negocio, acepta una oferta de Hipólito para comprar la fábrica. En este contexto, el protagonista conoce a la hija del empresario, enamorándose ambos a primera vista.
Acerca de dicha telenovela, Brieva recordó: “¡Hacíamos 35 puntos de rating! También representó la vuelta de Andrea del Boca a la televisión. Para mí, fue algo muy bueno protagonizarla; la tira diaria te da un ejercicio impresionante. Se ha perdido un poco esa televisión de historias costumbristas, que eran tan importantes y necesarias para la familia”.
En pantalla grande
Actualmente, el actor transita un presente cinematográfico. “Voy a hacer una película para una plataforma y también estoy esperando que se estrenen otras dos que hice hace unos años. Hacer ficción siempre es muy interesante”, destacó.