Hito científico: una vacuna contra el COVID-19 ciento por ciento argentina

La ARVAC Cecilia Grierson servirá como refuerzo y fue aprobada por la ANMAT. Es la primera hecha íntegramente en el país, en colaboración entre la Universidad Nacional de San Martín y un laboratorio privado.

Crédito: CONICET

Era algo que parecía lejano e imposible, pero por fin se logró y se convirtió en un hito para la ciencia argentina cuando los ministros de Ciencia y Salud de la Nación, Daniel Filmus y Carla Vizzotti, respectivamente, anunciaron que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó la primera vacuna contra el COVID-19 diseñada y desarrollada integralmente en Argentina, la “ARVAC Cecilia Grierson”.

La conferencia de presentación se realizó en el salón Malvinas Argentinas, ubicado en el Polo Científico Tecnológico de la Ciudad de Buenos Aires, y estuvo encabezada por Filmus y Vizotti, junto a la líder de la investigación básica y el desarrollo de la vacuna, la bióloga Juliana Cassataro, también doctora en Inmunología e investigadora de la UNSAM y el CONICET, y el director del Laboratorio y la Fundación Cassará, Jorge Cassará.

Según se informó, el proyecto fue realizado con materias primas y recursos científicos locales y durante su producción se reflejó el preciso y exitoso trabajo en conjunto entre el CONICET, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el Laboratorio Pablo Cassará. El desarrollo fue posible a partir de un consorcio público-privado que contó con más de 600 científicos y profesionales, 25 instituciones y 2.094 personas voluntarias.

¿Por qué es un “hito”?

Esta innovación no solo brinda la posibilidad de contar con una herramienta nacional, segura, eficaz y de calidad que permitirá garantizar los refuerzos de la población argentina contra el COVID-19, sino que implica “un paso enorme en el campo de las exportaciones y la posibilidad de transferir esta tecnología a otro tipo de vacunas”, resaltó Filmus en la conferencia.

Por su parte, Vizzotti remarcó que, “por primera vez, en el país se realizó la totalidad del recorrido, incluidos los ensayos clínicos que nunca se habían hecho totalmente en Argentina”, lo que implicó un avance en la línea científica de trabajo público-privada. No obstante, se evitó precisar fecha de disponibilidad para la aplicación a la población.

La nueva vacuna utiliza tecnología basada en proteínas recombinantes, una de las más seguras y aplicada en otras vacunas, como en la de la Hepatitis B, lo que permite almacenarlas a temperatura de heladera (entre 2 y 8°C) y facilita la producción, el traslado y la economía.

Por Wendy Ferreiro, estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social, en el marco de la materia Gráfica VI