Femicidio de Dolores Junco: sus familiares se sienten “desilusionados y abandonados”
Así lo manifestó en diálogo con El1 la hermana de la víctima, Virginia, en el marco de los tres años del crimen y la inimputabilidad del culpable, Ramón Acuña, quien la asesinó de once puñaladas en Isidro Casanova.
El 15 de septiembre se cumplieron tres años del femicidio de Dolores Junco, de 35 años, y el culpable de su muerte, su pareja Ramón Hermes Acuña, se encuentra libre a pesar de haber admitido matar de once puñaladas a la víctima en Isidro Casanova, dado que el Tribunal en lo Criminal N° 2 de La Matanza lo consideró inimputable.
En diálogo con El1, la hermana de la víctima, Virginia, señaló: “Apelamos la decisión pero la denegaron y dieron por terminado el proceso judicial. La verdad es que como familiares nos sentimos desilusionados y abandonados. Creemos que siguen defendiendo e impulsando a otros femicidas a que sigan matando, ya que la Justicia es injusta y sale a favor de ellos”.
El recuerdo de Dolores
La hermana de Juncos señaló que la recuerdan con “mucho dolor” ya que siente que fallaron al “no poder hacer justicia”. “Ella no se merecía ese final, todos los días nos preguntamos por qué pasó. Era una persona maravillosa, la sigo necesitando cada día de mi vida”, lamentó en diálogo con este medio.
Luego, en cuanto a la continuidad del reclamo, destacó que como familia quieren que el responsable del crimen se encuentre tras las rejas. “Si puede estar libre para hacer el tratamiento ambulatorio, quiere decir que está apto para poder cumplir la condena en un penal”, finalizó.
Los detalles del violento episodio
Juncos fue asesinada de al menos diez puñaladas en una vivienda ubicada en la calle Fournier al 1.000, entre Elías Bedoya y Tomás Edison, en Isidro Casanova. Allí, la policía detuvo a su pareja, de 78 años, como sospechoso del crimen, quien intentó suicidarse con el mismo cuchillo. Luego, debió ser internado en el hospital Paroissien, donde se recuperó de sus heridas.
En febrero de 2022, el Tribunal en lo Criminal N° 2 lo declaró inimputable: sostuvieron que no presentaba “un riesgo cierto e inminente” y dispusieron su liberación de la Unidad Penal de Melchor Romero, donde estaba alojado tras el crimen. Tres meses después, la Cámara de Apelación y Garantías de La Matanza hizo lugar a un planteo presentado por el fiscal de la causa, Alfredo Luppino, para que se “revoque el sobreseimiento” y “se haga nula la excarcelación”. En consecuencia, se ordenó al TOC 2 llevar a juicio a Acuña.
Allí, se lo acusó de “Homicidio agravado por el vínculo de pareja existente con la víctima y por haberse perpetrado contra una mujer por un hombre, mediando violencia de género” y Acuña admitió haber cometido el hecho, pero aseguró que “no quiso matarla“. Sin embargo, fue considerado nuevamente “inimputable” y el Tribunal lo autorizó a realizar un tratamiento psicológico-psiquiátrico en libertad. Además, debe presentarse ante las autoridades judiciales cada seis meses para que se realice un informe de seguimiento.