Tras sufrir reiterados robos, trabajadores del Hospital Paroissien piden la puesta en marcha de “un corredor seguro”

Profesionales de la salud, administrativos y pacientes fueron víctimas de la delincuencia en las cercanías del nosocomio de Isidro Casanova. Por esta razón, piden “más seguridad”. “La persona que viene a trabajar y a atenderse al hospital no tiene que ser agredida o robada”, exigieron.

Luego de ser víctimas de la delincuencia en más de una oportunidad en los últimos meses, trabajadores de la salud del Hospital Diego Paroissien exigieron la puesta en marcha de “un corredor seguro” en las inmediaciones del reconocido nosocomio, situado a la altura del kilómetro 21 de la Ruta Nacional N° 3, en Isidro Casanova.

“Un corredor seguro significa que la persona que viene a trabajar y la persona que viene a atenderse al hospital no tiene que ser agredida o robada”, remarcó Valeria Bonetto, médica pediatra, secretaria de Género y referente del gremio CICOP en el nosocomio, en una nota con El1.

“Lamentablemente, vienen sucediendo permanentemente situaciones delictivas. Semanas atrás, hemos tenido una situación en que a una compañera la han robado, le han apuntado con un arma... A raíz de ese hecho, nuevamente pedimos una reunión extraordinaria para replantear la seguridad en el hospital. Lo que logramos es que ahora esté funcionando una garita policial. La tenemos, y ahora tenemos que observar que se cumpla, que la Policía esté las 24 horas y que no suceda lo que, lamentablemente, venimos viendo permanentemente”, subrayó Bonetto.

En este marco, la profesional de la salud también pidió por más iluminación en las adyacencias del centro médico matancero y su cierre perimetral. “Es muy importante que podamos mejorar el tema de la iluminación porque es muy oscuro, teniendo en cuenta que el hospital funciona 24 horas y a la hora de la madrugada es muy difícil cuidarse si no tenemos a alguien de seguridad. Lo mismo pasa con el cierre perimetral. Este es un hospital que por donde lo veas no tiene paredes, alambrado, no tiene forma de cubrirse, no hay forma de darle protección. Necesitamos que haya un cierre para cuidar mejor a la gente”, enfatizó.

Por último, Bonetto enumeró las tipologías de robos que se replican en el nosocomio y focalizó en la cuestión de género. “Lamentablemente, los robos son a punta de pistola, con arma blanca, o simplemente salís y no te encontrás con las ruedas, la batería o el estéreo. El Estado nos tiene que proteger desde el punto de vista físico y psíquico. Además, el equipo de salud, que es altamente feminizado, ya que la mayoría somos mujeres, se encuentra en una situación de mayor vulnerabilidad a ciertas horas por su condición de género”.