Gregorio de Laferrere: reclaman el asfaltado de dos calles muy transitadas por alumnos y mayores
El estado actual de la calle provoca tropiezos de los vecinos, impide el paso de ambulancias y genera inundaciones ante las lluvias.
En Gregorio de Laferrere, la comunidad educativa y vecinal reclama el asfalto de dos calles: Recuero, entre López May y Soberanía Nacional, y Río Cuarto, entre Spiro y López May. Ambas arterias se encuentran entre las escuelas primarias número 92 y 160 y por ellas transitan alumnos y vecinos, tanto para asistir a clases como para realizar las compras o ir al trabajo.
Según le contó a El1 Alejandra Aguirre, docente de una de las escuelas que está en el barrio, el problema es que este reclamo lleva más de quince años. A pesar de haber presentado notas, pedidos, proyectos e incluso ofrecer pagar la pavimentación entre todos, los vecinos reciben la misma respuesta desde las autoridades: la calle Río Cuarto, entre Monseñor López May, Soberanía Nacional, Coronel Murguiondo y Spiro, figura como “asfaltada” en los documentos.
Pero la preocupación de los vecinos no es simplemente un tema de estética: personas mayores, algunas con discapacidades y madres que acompañan a sus hijos a la escuela y llevan carritos de bebé, se han caído en el intento por transitar estas cuadras. Por el mismo motivo, autos, remises o ambulancias, ven su paso restringido y la llegada a los hogares se vuelve una tarea imposible.
“Yo vivo acá desde el año 1952, tengo todos mis impuestos al día y hace años que venimos reclamando por el asfalto, se lo venimos reclamando a la delegación de Laferrere y al Municipio, pero ni siquiera aparecen para mirar. Pedimos por favor que escuchen nuestros reclamos, hay barrios alrededores que son más nuevos como La Loma que ya tienen calles asfaltadas y nosotros no”, manifestó Jesús, vecino del barrio.
De acuerdo con el relato de los integrantes de la comunidad a este medio, la situación se complica aun más cuando llueve. No solo se genera barro, por lo cual el suelo se vuelve más resbaladizo, sino que las calles se inundan. “Esta calle es un asco, un desastre. Auto que pasa, auto que sale empantanado”, reclamó otra mujer que vive en la zona. Isabel Lorenzo, una adulta mayor que padece una discapacidad, que reside en el lugar, lamentó tener lastimadas sus rodillas por los golpes causados debido a las reiteradas caídas en un intento por llevar una vida normal teniendo la visión reducida. “Quiero vivir más años y cómodamente”, pidió.