Ramos Mejía: gases lacrimógenos, forcejeos y tensión en la manifestación para pedir justicia por el kiosquero
“Basta de inseguridad” es una de las consignas que más se podía leer en los carteles que los vecinos llevaron para reclamar justicia por el crimen de Roberto Sabo, y que se motoricen medidas para ponerles un freno a los delitos. Con el correr de las horas, comenzó a escalar la tensión y los uniformados reprimieron a los manifestantes.
“Nadie nos protege”, expresó la viuda de Roberto Sabo, Patricia, durante la movilización que tuvo lugar en las calles céntricas de Ramos Mejía para exigir más seguridad y que avance el proceso legal contra los detenidos. El kiosquero fue asesinado el domingo, en su local, ubicado sobre Avenida de Mayo al 800, durante un intento de asalto en el que recibió, al menos, seis balazos. Cerca de las 20, durante la manifestación se multiplicaron los cruces entre uniformados y vecinos. Minutos después, los agentes arrojaron gases lacrimógenos a la multitud. Por el momento, se desconoce la cifra de heridos y si hubo detenidos.
“Era un pibe buenísimo, no tenía problemas con nadie y no hay una persona en todo Ramos Mejía que no lo quiera”, lamentó la viuda de Sabo, Patricia. “La Policía no nos protege, nadie nos protege. No hay un político, ningún partido político, que se focalice en la seguridad. Somos un número y lo tenemos en la cabeza: hoy te toca a vos, mañana a mí, pasado aquel, al de la vuelta, al de la esquina y todo el tiempo vivimos así”, expresó.
Visiblemente conmovida, Patricia se refirió a la dinámica familiar. “Roberto criaba a mi hijo, no teníamos hijos en común”, contó. “Uno tiene 25 y el otro iba a cumplir 18 este mes, (además está) mi hijo que va a cumplir 21. Roberto se levantaba todas las mañanas, abría el kiosco y a la tarde venía a trabajar el hijo. Cerraba él y nos juntábamos a la noche a cenar”, continuó.
“A nosotros nos arruinaron la vida, quedaron dos chicos sin papá”, enfatizó al tiempo que resaltó: “Los padres de Roberto (son) gente mayor que tiene que estar velando a un hijo, no es justo”.
Por su parte, el padre del kiosquero exigió que recaiga una dura pena para los detenidos. “Quiere que no le den perpetua (por el mayor de edad apresado): cómo no le van a dar perpetua”, resaltó. Además, afirmó que mantuvo un encuentro con el ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni. “Hablamos bien”, aseguró al respecto.