“Me arruinaron la familia”, el dolor del padre del kiosquero asesinado en Ramos Mejía
Pedro Sabo, el padre de la víctima de 45 años, pidió mayor presencia policial al tiempo que alarmó: “Acá, todos los días hay muertos”.
Horas después del crimen del kiosquero Roberto Sabo, perpetrado en el interior de su comercio ubicado en Avenida de Mayo al 800, Ramos Mejía, el padre de la víctima habló con los medios de comunicación.
“Me arruinaron la familia”, expresó con dolor, bronca e indignación Pedro, el papá del damnificado de 45 años, dueño del kiosco “Pato”, situado a escasos 300 metros de la Comisaría Distrital Oeste Segunda de Ramos Mejía.
“Está lleno de delincuentes y, acá, todos los días hay muertos”, alarmó al tiempo que pidió por la pena capital: “Al que mata hay que matarlo. Pena de muerte a los delincuentes”.
El crimen del kiosquero
El último domingo, en las primeras horas de la tarde, el comerciante Roberto Sabo, de 45 años, fue asesinado en un intento de robo en Avenida de Mayo al 800, donde funciona el kiosco “Pato”.
Los autores del hecho fueron detenidos por efectivos policiales en la misma arteria, a siete cuadras del violento hecho, entre la avenida Rivadavia y Belgrano. Los criminales fueron identificados por personal policial como Y., de 15 años, y Leonardo Daniel Suárez, de 29, con domicilio en la localidad de Ciudadela, partido de Tres de Febrero.
Minutos después del brutal homicidio, los vecinos, consternados por el suceso, se agolparon en la puerta del comercio y cortaron el tránsito, exigiendo la presencia de autoridades políticas y policiales. La manifestación, horas después, tuvo como epicentro la puerta de la Comisaría local, en donde los ramenses estuvieron cara a cara con el ministro de seguridad provincial, Sergio Berni,
A su vez, por grupos vecinales en redes sociales, se está convocando a una concentración para este lunes, a las 19, en reclamo de seguridad.
Cómo fue el raid delictivo
Según informaron fuentes policiales, la pareja de delincuentes robó un Ford Focus negro después de asesinar al kiosquero, propiedad de un chofer de remís que se encontraba en el lugar, y emprendieron la huida.
Sin embargo, en la intersección de Saavedra y Alvear, chocaron contra un árbol e ingresaron a un supermercado chino, donde se cambiaron la vestimenta; al salir, sustrajeron una moto Yamaha propiedad de un repartidor.
Con un operativo cerrojo en proceso, efectivos policiales interceptaron a los delincuentes en Avenida de Mayo, a metros de la avenida Rivadavia, y les incautaron cinco teléfonos celulares, dinero en efectivo y un revólver calibre 22, con cuatro vainas intactas y una servida.