A cinco años del incendio de Belcar: “Lo que pasó fue una catástrofe”, aseguran trabajadores de la empresa
El trágico hecho dejó el saldo de un operario muerto y dos heridos de gravedad. Con el cierre de la empresa en 2019, los trabajadores se nuclearon en una NCK Tintas Gráficas, una cooperativa para mantener sus puestos de trabajo.
Un 25 de octubre de 2017, la vida de los empleados de Belcar, la fábrica de tintas y adhesivos ubicada en Matheu al 2.300, en San Justo, se vio alterada. Cerca de las 6.30 de la mañana, la explosión de un reactor provocó un incendio y una columna de humo que necesitó del trabajo de 25 camiones hidrantes, 60 bomberos de La Matanza y el apoyo de dotaciones de seis municipios para, finalmente, extinguirlo. Como consecuencia, el operario Antonio Salas perdió la vida en el trágico hecho, mientras que dos trabajadores más fueron heridos de gravedad.
En diálogo con El1 Digital, Nicolás Chaile, en ese entonces empleado de Belcar y actual presidente de la cooperativa de trabajo NCK Tintas Gráficas, aseguró que recordar el 25 de octubre de 2017 “es durísimo por el impacto que nos llevamos y por la pérdida de nuestro compañero”. Además, recordó aquella mañana: “Nosotros entrábamos a las 8, pero había un grupo que trabajaba desde las 6 y, en la medida que nos fuimos acercando, ya nos dimos cuenta que lo que había pasado era una catástrofe”.
En este contexto, Chaile comentó que, junto a los demás trabajadores, intentaron entrar a buscar a sus compañeros en el sector de reactores de la fábrica, zona donde se produjo la explosión y se trabajaba "las 24 horas”. Además, sostuvo que, en ese momento “entre doce y 15 compañeros deben haber estado dentro de la planta”: “Si el incendio hubiera ocurrido media hora más tarde, probablemente se hubieran perdido muchas más vidas humanas”.
Además, Chaile sostuvo que la planta “contaba con todas las normas de seguridad correspondientes”. “Lamentablemente, a veces hay errores que por más cuidados o recursos que se tenga, son cosas fatídicas que ocurren. La muerte de nuestro compañero nos duele, pero nosotros decimos que fue una desgracia con suerte, porque es un horario en el que suele haber mucho tránsito y movimiento en la calle”, agregó.
Las repercusiones
En los días posteriores al incendio de Belcar, sus trabajadores sentían incertidumbre ante el futuro de la fábrica debido a la magnitud y el impacto de lo ocurrido, pero los dueños de la firma tomaron la decisión de seguir adelante. “Sin embargo, nos dio la sensación de que ellos estuvieron más preocupados por cuestiones materiales que por los compañeros. Nosotros tratamos de encontrar una explicación de lo que pasó, pero desde la empresa nunca se nos blanqueó nada”, aseguró Chaile.
Los ex empleados de Belcar tienen la teoría, aunque sin certeza, de que se produjo una pérdida de gases en un reactor que funcionaba con aceite, específicamente en la zona de calderas, lo que generó la explosión y el posterior incendio. “Desde ese día fuimos mucho más exigentes con la seguridad, porque las pérdidas fueron muy grandes para todos; fue muy afectada la gente del Centro de Discapacitados de La Matanza (CEDIMA) y las casas linderas”, lamentó. Luego del trágico hecho, Belcar cerró sus puertas en 2019.
Un nuevo comienzo
Con el objetivo de mantener sus fuentes de trabajo, los operarios se conformaron en la cooperativa NCK Tintas Gráficas, que funciona en el mismo establecimiento y cuenta con el apoyo de la Federación del Gráfico Bonaerense. “Ellos se pusieron a la par nuestra, y la idea siempre fue que Belcar continúe, por eso estamos activos. La empresa no cerró porque le iba mal, lo hizo porque sus expropietarios decidieron vaciarla”, sostuvo.
El nombre hace homenaje a Néstor Carlos Kirchner, quien “recibió un país en pésimas condiciones y lo sacó adelante”: “Salvando las distancias, nosotros vimos reflejado eso para nuestra cooperativa”. Actualmente, siguen dedicándose a la elaboración de tintas y barnices para la industria gráfica, aunque no fabrican el producto que generó la explosión hace cinco años.
“Tratamos de generar ese ambiente de seguridad, no solo para nosotros que estamos las 24 horas del día acá, también para los vecinos, para que sientan que no somos una empresa privada a la que solo le interesa facturar, sino que tenemos en cuenta todos los aspectos”, cerró.