Sin solución: la inflación general sigue siendo impulsada por los alimentos

De la Edición Impresa

La inflación sigue siendo preocupante, pero más aun lo es que los alimentos aumentan por encima del promedio. Según el último dato del INDEC, en septiembre, la inflación fue de 6,2 por ciento, con un acumulado de 66,1 en los primeros nueve meses del año. Sin embargo, el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas subió 6,7 y 69,5 por ciento, respectivamente.

Por eso, El1 Digital se comunicó con el titular de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), Pedro Bussetti, que cuestionó “los aumentos irrefrenables en los alimentos”. “La inflación dejó de ser preocupante y es un dato muy grave, ya que afecta a millones de consumidores que viven de un salario fijo o un haber jubilatorio que se deteriora mes a mes", aseveró.

“No hay una acción por parte de las autoridades nacionales que logre contrarrestar esta disparada que no tiene ninguna justificación”, criticó, al tiempo que agregó: “Como los alimentos constituyen la mayor parte del gasto de las familias, es evidente que se deteriora permanentemente la capacidad de compra y el acceso a un consumo alimenticio sustentable”.

En ese sentido, precisó que “los alimentos aumentaron mucho más que el índice inflacionario, algunos hasta por encima del 120 por ciento”. “Según el INDEC, en diciembre del 2021, el azúcar costaba 81,71 pesos, pero, ahora, cuesta 219. Y un poco menos aumentaron otros bienes, como el aceite, la harina y el pollo”, añadió.

Por su parte, el presidente del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), Miguel Calvete, afirmó a este medio que la escalada inflacionaria es aun mayor a la estimada por el INDEC: “Muchas consultoras hacemos relevamientos de consumos masivos y nos dio que la inflación de septiembre fue de 7,1 por ciento, con un 10,9 sumando los alimentos”.

Medidas a tomar

Ante este escenario, Bussetti reclamó acciones concretas de las autoridades: “El Gobierno nacional tiene que aplicar las leyes. Hay condiciones oligopólicas en la producción y la provisión de alimentos, bebidas y artículos de limpieza que determinan que estos sectores, que manejan el 90 por ciento del mercado, impongan precios para obtener mayor rentabilidad”.

En esa línea, mencionó algunas normativas que ya existen, pero, hasta el momento, no estarían operativas: “El Gobierno tiene que aplicar la Ley de Defensa de la Competencia y la Ley de Abastecimiento. En el segundo caso, se podría imponer, en una situación de emergencia como la que estamos viviendo, precios máximos por un determinado tiempo”.

Además, hizo hincapié en “la Ley N° 26.992, sancionada en el año 2014, que creó el Observatorio de Precios y que tiene por objetivo, justamente, observar los precios de la cadena de valor de los productos más básicos del país”. “Así, se determinaría dónde hay precios abusivos que no se justifican, lo que, en esta gestión, no está en funcionamiento”, concluyó.