Cultura en la virtualidad: cada vez más personas eligen plataformas o aplicaciones de video para entretenimiento
A dos años del comienzo de la pandemia, el número de interesados en la diversión a través de recursos digitales continúa aumentando. El resultado surge de un estudio de opinión pública realizado por el Observatorio Social de la Universidad Nacional de La Matanza.
A raíz de los constantes avances tecnológicos, las personas adquieren nuevas herramientas en sus diferentes dispositivos electrónicos y, por ejemplo, utilizan plataformas o aplicaciones de video. Estos recursos son empleados con distintos objetivos que fueron analizados en el marco de un estudio de opinión pública realizado por el Observatorio Social de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). Allí se observó que, en los últimos meses, la principal finalidad de los usuarios continúa siendo el entretenimiento.
Los resultados de dicho estudio se determinaron a partir de encuestas periódicas realizadas del 27 de mayo al 1 de junio de 2022 a personas mayores de 16 años residentes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en torno a cuestiones como estado de ánimo y prácticas sociales, dos años después del primer Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). Asimismo, los datos se compararon con entrevistas desarrolladas entre abril y agosto de 2020 en base al mismo recorte de población e indicadores.
En la reciente encuesta, de respuesta múltiple, sobre los motivos del uso de plataformas y aplicaciones de video en los últimos seis meses, los resultados fueron los siguientes: el 52,5 por ciento de los entrevistados las emplean para entretenimiento, lo que representa la principal finalidad, mientras que el 39,6 opta por su uso para la realización de video-llamadas, el 28,9 para estudiar, el 24,4 para trabajar y el 8,5 para ver un evento cultural. El 19,9 por ciento, en tanto, no utiliza dicha herramienta audiovisual.
En comparación con las cifras de 2020, hubo un crecimiento leve en la elección de la herramienta con la finalidad de entretenimiento (de 50,8 a 52,5 por ciento), al igual que en la ausencia de uso (de 18,2 a 19,9 puntos porcentuales). Asimismo, hubo aumentos más significativos en los motivos de vinculación para trabajo (de 11,5 a 24,4) y para estudio (de 21,2 a 28,9). Por último, hubo una disminución leve en la elección para ver eventos culturales (de 10,2 a 8,5) y un descenso importante para videollamadas (de 55,5 a 39,6).
Las características de los encuestados
La elección del entretenimiento fue mayor entre los hombres (56,8%) que entre las mujeres (48,7%), y del mismo modo que ocurrió con el disfrute de eventos culturales en la virtualidad, por lo que el 9,2% que escogieron esta opción son hombres y el 7,9%, mujeres.
Respecto al rango etario, los adolescentes y adultos jóvenes, es decir, personas de entre 16 y 34 años, fueron los que más se inclinaron por el uso de la herramienta para entretenimiento (65,2 por ciento), seguidos por los adultos de 35 a 54 años (49,1) y los de 55 años o más (41,7). Sin embargo, a la hora de visualizar eventos culturales de manera online no siguió la misma tendencia: el principal público fue el mayor a 55 años (9,9 puntos porcentuales), luego el de 16 a 34 años (7,8) y, muy cerca, el de 35 a 54 años (7,7).
En relación a la formación académica, los que más utilizaron las aplicaciones para entretenimiento fueron las personas con nivel terciario o universitario completo -y más títulos- (57,2 por ciento). A continuación, las de terciario o universitario incompleto (52,6) y, por último, las de secundario incompleto (46). La tendencia se repitió en la observación de eventos culturales de forma virtual, ya que encabezaron la opción los de mayor formación (10,1), siguió el grupo intermedio (8,5) y cerró el grupo de menores estudios (6,3).
Por último, sobre la ubicación geográfica, la finalidad de entretenimiento entre residentes de la CABA (55,7 por ciento) y GBA (51,5) fue pareja. Y, en torno al disfrute de eventos artísticos de manera online, la distancia fue mucho menor y el orden se invirtió, encabezaron los habitantes de GBA (8,6) y siguieron los de la CABA (8,3).