Inflación, energía y nuevo ministro de Economía: el mercado y la población, expectantes ante nuevas medidas
El economista Sebastián Scheimberg analizó los nuevos datos inflacionarios y los movimientos del mercado frente a los anuncios de Sergio Massa.
Por Sebastián Scheimberg*
Que la inflación baje en Estados Unidos es una buena noticia para los países vinculados a los costos de la energía, pero en Argentina estamos tan desenganchados de los precios del mundo que esto no va a tener mucho impacto. En Brasil, la tasa de inflación fue negativa por la baja en el precio de la energía, pero como nosotros no entramos en ese régimen va a ser irrelevante.
Así y todo, nos favorece por el costo de la energía, aunque acabamos de pasar el invierno y habría venido bien que esto ocurriera unos meses atrás. Asimismo, se preveía que a principios de año la industria iba a sufrir cortes y no ocurrió. Definitivamente, la industria creció a un ritmo importante, en el orden del cinco por ciento en el semestre.
Por otra parte, todos los movimientos financieros generan impactos en la actividad real y, si no hubieran renovado los bonos, de alguna manera ese dinero, esos flujos de fondos, tal vez se habrían aplicado en otros activos como el dólar y el impacto se reflejaría en el tipo de cambio, que al final del día afecta al ciudadano de a pie: en estas semanas, los precios han tenido una disparada tremenda cuando aumentó el tipo de cambio y los comercios y las empresas no van a retrotraer los precios a un tipo de cambio de 290 pesos. Todos los valores quedaron atados a los 300 pesos.
En relación a los anuncios, es cierto que tranquilizaron a los mercados, pero es más fácil hacer el anuncio que la ejecución. Se puede decir que el final de la película todavía no se vio y que estamos en el medio sin saber cómo va a ser el desenlace. Esperemos que se hayan calmado y que los exportadores liquiden los dólares y demás. Además, hay una brecha en el tema de los subsidios en energía, que todavía no se sabe muy bien cómo se va a implementar y si los segmentos que mantienen los subsidios van a tener umbrales de consumo o van a poder consumir libremente.
Lo que se sabe es que Sergio Massa es operativo, ejecutivo y que, antes, uno de los problemas en la economía era la falta de gestión: no se podía poner en ejecución ninguna de las medidas. Cuántas veces se anunció el Gasoducto Néstor Kirchner, y se inauguró de nuevo en Salliqueló, con empresarios.
En una economía con alta inflación, hay que tratar de desindexar los mecanismos de ajuste porque la inercia que te dan no contribuye a bajar la inflación, solo se arrastra la indexación del pasado. Es muy difícil que con un régimen donde esté indexado el período anterior se tenga perspectivas de reducir la inflación. Lo peor de esto es que afecta a los sectores que tienen menos poder de negociación y, claramente, los jubilados son uno de ellos. Si se habla de un sistema posible, es razonablemente viable que se pretenda desindexar los aumentos de todos los sectores de la economía.
Hay que aclarar que, hoy en día, la gente tiene más expectativa con los anuncios del ministro que con los del Presidente Alberto Fernández, que es irrelevante en términos de que no es quien está llevando adelante el nuevo paquete de medidas. Además, los pensamientos de la población están alineados a la expectativa de los mercados: cuando se anunció que Massa iba a ser el titular del Palacio de Hacienda, hubo un alivio en general.
En cuanto a los precios, actualmente hay mucha dispersión y esto es producto del régimen de alta inflación, pero el trauma es cuando desaparece la oferta. Ahí sí habría un régimen de hiperinflación.
*Economista y docente de la UNLaM