Caso Gerez: “Los disparos fueron tan certeros que solamente duró unos minutos con vida”, señalan

El joven, oriundo de la localidad de González Catán, murió en un confuso hecho tras recibir varios disparos.

Cristian Gerez falleció de varios disparos en un confuso hecho cuando, de acuerdo a los relatos de testigos y familiares, se encontraba con varias personas en una esquina del barrio El Talita, en la localidad de González Catán, esperando para ingresar a una cancha barrial para presenciar un partido de fútbol. Allegados a la víctima, de 30 años, aseguran que los disparos que recibió fueron tan certeros que solo sobrevivió al ataque unos pocos minutos.

El jueves 14 de julio, Cristian debía ir a la casa de su novia: la violencia quiso que no se pusieran de acuerdo y él, finalmente, terminó juntándose con sus sobrinos y otras personas para ver un partido en el barrio. “Entre las 22 y las 22.20 se reunió con ellos en la esquina de Andonaegui e Iberá, pero el partido se retrasó porque la cancha estaba ocupada”, comentó el primo de la víctima, Lucas Montenegro, en comunicación con El1 Digital.

En ese contexto, comentó que todos se quedaron en una esquina haciendo tiempo. “En eso, un vecino de la misma cuadra, una persona a la que conocían, llegó corriendo y se frenó donde estaban ellos”, añadió. Asimismo, detalló que esta persona tomó varias piedras y ellos le preguntaron por qué lo hacía. “Ante este cuestionamiento, respondió que le quisieron robar”, relató Lucas.

“Cristian se sumó y le empezaron a tirar piedras al auto, que frenó a unos metros: bajó uno de los delincuentes y efectuó algunos tiros al aire”, explicó el primo de la víctima. Además, agregó: “La mayoría de los chicos se metió en la casa de la esquina y Cristian se quedó en la vereda; vuelve a reaccionar y le dispararon directamente a él”.

Hecho confuso

“Ese vecino (en referencia a la persona que se acercó al grupo indicando que le quisieron robar) y la familia están en proceso de investigación para ver si lo que dicen es verdad o si estaba metido en otra cosa”, explicó Lucas. Al consultarle sobre si esta persona se quedó con Cristian cuando bajó uno de los ocupantes del automóvil, indicó: “No, él también se metió adentro, pero se quedó y después ayudó a que hicieran el traslado de Cristian”. Pese a los esfuerzos, no se logró salvarlo: “Fueron tan certeros los disparos cerca del pecho, que solamente duró unos minutos con vida”.

En lo que concierne a la autopsia que se le practicó a Gerez, Montenegro comentó: “Las pericias determinaron que era un arma de nueve milímetros: son muy fuertes y en algunos casos, letales”. Asimismo, indicó: “La información con la que contamos es concreta, pero al haber tantos hechos de inseguridad se puede prestar a confusión y se produce ese efecto”. En ese sentido, aseguró que todo lo que tienen que ver con la causa está en proceso de investigación. “Hasta ahora llamaron a declarar a este vecino, pero está en libertad”, manifestó.

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“La información que tenemos es que el auto en que iban los delincuentes era un Fiat Uno color gris; lo sabemos por las cámaras de los vecinos, que las pidieron bastante rápido”, expuso el primo de Cristian. Y agregó: “No llegan a mostrar patente porque no tiene, y además sabemos que el coche tenía vidrios polarizados y que eran varias personas”.

Un pedido de justicia

“Yo creo que los delincuentes son de la zona y que esto es algo que se repite en el Municipio”, enfatizó. Además, se lamentó ya que considera que el hecho “fue una muerte absurda, porque él era un chico que ante una situación así no medía las consecuencias y son cuestiones que le jugaron en contra”. “A veces sentimos que la Justicia se mueve de acuerdo al caso”, se sinceró.  

Una muerte que no deja de dañar

A tan solo una semana del asesinato de Cristian, su padre, abrumado, sufrió un infarto y falleció. “Los doctores dijeron que fue una situación que no se pudo manejar”, comentó Montenegro. “Nada de todo esto tiene sentido porque Cristian era un chico conocido en el barrio, trabajaba de zapatero y tenía su oficio”, exteriorizó. “Dejó una hija de once años y un hijo de trece, que eran muy allegados al padre... se rompió una familia; en definitiva, el delincuente siempre termina generando más crisis que la que ya hay en la sociedad”, enfatizó.