Alberto Fernández y Cristina Kirchner, juntos por los cien años de YPF
El Presidente y la vicepresidenta participaron de la celebración del centenario de la empresa petrolera de bandera.
Luego de varios meses de desencuentros y en medio de la tensión al interior del Frente de Todos, los cien años de YPF lograron lo que ningún dirigente: volver a juntar al Presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en un acto que se desarrolló en las instalaciones de Tecnópolis, ubicado en la localidad bonaerense de Vicente López. Desde allí, el primer mandatario aseguró que, “como alguna vez dijo Cristina, gobernar es administrar la realidad” y reconoció que “acá, como en cualquier lugar del mundo, hay tensiones y conflictos”.
En esa línea, sobre la interna que divide las aguas en el oficialismo, el jefe de Estado hizo foco en sostener la unidad. “Lo que más debemos hacer los que tenemos un deber moral con los más postergados es ahondar esfuerzos, hacernos fuertes y trabajar en la unidad”, afirmó.
“Primero los últimos, porque nadie se salva solo”, dijo al recuperar las palabras del Papa Francisco, y ratificó que seguirá “pidiéndoles a todos los compañeros y compañeras que ayuden para hacer la Argentina justa, libre y soberana” ya que es “con la que soñó Perón y Evita, con la que soñó Cristina y Néstor” y con la que sueña él mismo.
El Presidente dijo también que “gobernar sin endeudarse es un acto de responsabilidad” y elogió la figura su “amigo y maestro” Néstor Kirchner. Sin embargo, destacó que “no todo tiempo pasado fue mejor”, para enfocarse en la necesidad de trabajar en “el hoy”, con el desafío de seguir siendo gobierno en 2023.
Sobre la desigualdad, planteó que “ganar no es indecente”, sino que “lo indecente es que la riqueza quede en manos de pocos y que la pobreza se distribuya en millones”. Pese a ello, y al plantear una salida, Fernández aclaró el reconocimiento de la Argentina en el mundo. Así, con el argumento de su último viaje a Europa, afirmó que “en el mundo saben del potencial argentino”.
Por su parte, y como era de esperarse, Cristina brindó un discurso más encendido en el que interpeló al Presidente para que le exija a Techint que traiga a la Argentina una línea de producción de acero laminado sin costura, que actualmente produce en Brasil, para abastecer la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. “Te pido que a la lapicera la uses”, le dijo, y lo instó a una postura más rígida. “Hay que sentarse, no como amigos”, afirmó.
También puso en valor su gestión y afirmó que “algunos problemas de la Argentina los habíamos solucionado”, en especial, la deuda externa. “Nosotros habíamos logrado desendeudar a la Argentina”, destacó, aunque admitió que no pudo “solucionar ni la inflación ni la economía bimonetaria”. Por último, la presidenta del Senado dejó un mensaje claro para la interna: “Al que quiera gobernar la Argentina sin tensiones ni conflictos le recomiendo que se postule para la presidencia de Suiza”.