Gimnasios y salones de eventos, dos rubros que siguen esperando
Ambos rubros comerciales están entre los pocos que, a casi siete meses de aislamiento social por la pandemia, no pudieron reabrir. Por sus características, serían los últimos en retomar la actividad, aunque, en el caso de los gimnasios, hay esperanzas de volver luego del 11.
Tras casi siete meses de aislamiento social por el coronavirus, la mayoría de los sectores industriales y comerciales ya retomaron su actividad. Pero algunos rubros, debido a sus características propias, aún, no pudieron reabrir y su horizonte no es optimista para el corto plazo, como los gimnasios y los salones de eventos.
“Esperamos que se acuerden de nosotros”
En diálogo con El1 Digital, Carlos Mazzotto, dueño de un gimnasio ubicado en la esquina de Arieta y Venezuela, en San Justo, expresó que cerró “desde el 19 de marzo” y que solo recibió “tres cuotas de 50.000 pesos, el crédito a tasa cero, que hay que empezar a devolver en noviembre” y que usó “para pagar los impuestos y los servicios”.
Y, si bien en su caso particular, la propietaria del local “se apiadó y, hasta ahora, no cobró el alquiler”, debe hacer frente al pago del resto de los impuestos y los servicios: “Hay que pagar la luz, el gas, el agua, internet, Ingresos Brutos, Seguridad e Higiene, el seguro, etc. Estoy cerrado y, entre todo, suma alrededor de 70.000 pesos”.
Por eso, aseguró que los gimnasios ya presentaron un protocolo a las autoridades locales para poder reabrir: “Podemos atender con turnos previos, no más de diez personas por hora, a todo cliente se le desinfectará el calzado y se le tomará la temperatura, no se permitirán deportes de contacto y se intentará que los pagos sean online, además del uso obligatorio de tapabocas”.
“Hay que convivir con el virus, no podemos seguir cerrados porque, así, nos fundimos y no volvemos a abrir más”, cuestionó y concluyó, a la espera de poder volver cuando finalice la actual fase de aislamiento social, después del 11: “Hace 18 años que tengo el gimnasio, estoy acostumbrado a las crisis, pero nunca estuve tanto tiempo cerrado”.
“Es muy difícil poder volver”
“Una pausa, no más que eso. Como una siesta. Kokoro está en pausa, tomando carrera, pensando, creando, rearmándose, proyectando para que podamos reencontrarnos, tal vez, en un nuevo hogar, con otra forma”, reza una de las últimas publicaciones del Facebook de Kokoro Eventos, un salón de fiestas situado en Ramos Mejía.
Y es que Candela González, dueña de la marca, indicó a este medio que “hacia abril, hacía una proyección de poder mostrar el local por estas fechas, pero no es así y no se va a poder sostener mucho más”. “Si seguía, debía pagar todos los impuestos y servicios y de luz, por ejemplo, me llegaba mil pesos estando cerrado, que es poco, pero un montón si no trabajás”, añadió.
En ese sentido, consideró que “es muy difícil que pueda volver el rubro de eventos con algún protocolo porque cómo hacés una fiesta sin que haya contacto”. “Tampoco se puede arriesgar la salud de los clientes y qué loco haría una fiesta, no se puede trabajar en estas condiciones”, lamentó.
Por su parte, Verónica Alfonso, delegada de la Asociación de Salones y Multiespacios Argentinos, dio cuenta de la malaria que atraviesa el rubro: “Cierran locales todos los días, tenemos un futuro incierto”. “Los gastos son terribles porque el 80 por ciento de los 83 salones de eventos de La Matanza alquila”, advirtió.