Fernández, Kicillof y Espinoza inauguraron el hospital René Favaloro, para pacientes con COVID-19 

Mediante videconferencia, el Presidente encabezó la apertura del centro de salud de Rafael Castillo, cuyas obras quedaron paralizadas en 2016 y fueron retomadas en marzo, apenas iniciada la pandemia en el país. "Esta es una lucha larga y persistente", dijo el jefe de Estado, quien advirtió que "nos acercamos al pico" de la enfermedad y criticó a Cambiemos por haber abandonado los trabajos en este centro de salud. 

A cuatro meses del día en que anunció el ambicioso plan de ponerlo a punto para la pandemia, el Presidente, Alberto Fernández, inauguró este martes el Hospital General de Agudos René Favaloro, ubicado en Rafael Castillo, que, mientras dure la crisis desatada por el coronavirus, atenderá pacientes que cursen la enfermedad. El jefe de Estado encabezó el acto mediante videoconferencia desde la quinta de Olivos, junto a la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; mientras, en La Matanza, lo seguían el intendente, Fernando Espinoza, junto al Gobernador bonaerense, Axel Kicillof; la vicegobernadora, Verónica Magario; el ministro de Salud provincia, Daniel Gollan; y el jefe de Gabinete nacional, Santiago Cafiero, además del flamante director del hospital, Carlos Palombo. 

"Estamos muy lejos de haber pasado el problema de la pandemia y estamos en un momento donde nos acercamos al pico, lo que nos exige que inauguremos estos hospitales para poder darle atención a todos. Pero, también, nos exige ser muy prudentes, porque el virus está circulando y somos nosotros los que vamos a buscar el virus y, por eso, uno es tan reticente a esta lógica de la apertura porque uno ve cómo crecen los contagios, cómo se van ocupando las camas y cuántos quedan en el camino y lo que queremos es evitar que la gente se contagie, se enferme y se muera. Para ser libres, tenemos que poder vivir", dijo el Presidente durante la apertura y de cara a la renovación de la cuarentena, dado que su fase actual culmina este fin de semana. 

Este nuevo centro de salud, situado sobre la Ruta 1.001, entre Soldado Sosa y Echeverría, en Rafael Castillo, había sido inaugurado por la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, sobre el final de su último mandato presidencial, en 2015, cuando las obras habían alcanzado un 90 por ciento de concreción. Con la llegada de Cambiemos a las administraciones de Nación y Provincia, los trabajos quedaron paralizados hasta marzo de este año, cuando, apenas iniciada la pandemia en el país, el Presidente decidió reactivarlos. Durante los últimos cuatro años, el Municipio había sostenido, con fondos propios, un servicio mínimo, que funcionaba de 8 a 16, con las especialidades de Clínica Médica y Pediatría, además de los servicios de vacunación, laboratorio, rayos, asistencia en salud mental y adicciones. Por eso, durante el acto, los discursos también plantearon duras críticas a la gestión cambiemita. 

En ese sentido, Fernández rescató que el nombre elegido para el hospital busca homenajear al médico René Favaloro, a quien definió como "un hombre enorme, que siempre entendió la salud como un derecho de todos, no solo de quien pueda pagarlo". "La realidad es que yo conocí este hospital hace unos meses atrás, cuando supe que, cuando Cristina dejó el gobierno, nadie quiso ponerlo en marcha. Y era muy impactante, porque efectivamente era un hospital construido que nadie había puesto en marcha y era muy difícil entender que, ante la emergencia de la pandemia, alguien hubiera decidido prescindir de este hospital. Y sigue siendo muy difícil de entender que hayan elegido semejante cosa. Sabíamos que esto le hacía falta a todos los matanceros, a la Provincia y a la Argentina. Es un orgullo haber logrado este objetivo para quienes seguimos reivindicando al Estado en la presencia necesaria para proteger a los sectores más débiles", sumó al respecto. 

En su discurso, el Presidente volvió a hacer una estricta defensa del aislamiento social como medida de prevención. "Estamos mirando toda la película y vemos que el foco está en el AMBA, que irradia el contagio al resto del país. Lo único que estamos cuidando es que no se enfermen y padezcan. Quisiera que todos tomemos conciencia y no se relajen, porque el problema no ha pasado. Esta es una lucha larga y persistente. Somos muy concientes de lo que nos pasa, de nuestra prioridad y de cuál es nuestro interés primero: cuidar la salud de los argentinos y las argentinas, y nadie nos va a doblegar en eso", sintetizó Fernández.   

 "Mientras la gente se quedaba en sus casas para cuidarse, el Gobierno hizo esto: preparar el sistema de salud para seguir salvando vidas. Teníamos que estar a la altura del esfuerzo que hizo la sociedad argentina y, con estas obras e inversiones, reconocemos y ponemos en valor toda esa tarea", agregó Katopodis, mientras que Vizzotti remarcó que se sigue "expandiendo el sistema de salud para que siempre pueda dar respuesta a quien lo necesita". 

"Es un momento muy importante para recordar que el seguir cuidándonos y seguir implementando todas las medidas de prevención es fundamental para minimizar la transmisión de este virus. Este aislamiento y el esfuerzo que ha hecho toda la sociedad argentina ha sido muy importante para sumar más de un 40 por ciento de camas de terapia intensiva y respiradores", ponderó la viceministra de Salud.

En tanto, Kicillof, remarcó que estas mejoras en el sistema sanitario fueron posibles gracias "a lo trascendente que fue la decisión del Presidente, de llevarnos al cuidado de la salud como bandera y a la cuarentena, que impidieron que colapse" la atención. "Esta expansión se da en el momento preciso en el que necesitamos que esto ocurra. Este es un hospital que, durante cuatro años, fue un monumento al abandono y la desidia, que no fue saqueado y destruido gracias al esfuerzo de sus trabajadores. Después de cuatro años de abandono, en cuatro meses, pudimos inaugurar este megahospital. Es magnífico lo que se ha hecho aquí, en La Matanza, donde más lo necesita la Provincia", agregó el Gobernador, quien también aseguró que, sin la expansión que se logró desde marzo, "hoy, el sistema de salud estaría desbordado".  

Durante el mismo acto, Fernández puso en marcha de cuatro nuevos centros asistenciales modulares de emergencia en Mar del Plata, Chaco, Córdoba y Santa Fe, también construidos en tiempo récord para dejarlos operativos durante la pandemia, por lo que al acto también se sumaron los mandatarios de cada una de esas jurisdicciones. 

El aporte del hospital Favaloro
Con la reapertura oficializada este martes, este hospital, de 20.000 metros cuadrados, aportará 144 camas de internación general y 14 de terapia intensiva, además de un sector de guardia que atenderá las 24 horas, seis shock rooms para urgencias, guardia pediátrica y servicios de apoyo como laboratorio, diagnóstico por imágenes y consultorios externos. Hasta esta apertura, el Municipio aseguraba que, entre el sistema público y el privado, La Matanza contaba con 352 camas de terapia intensiva, con un nivel de ocupación en torno al 62 por ciento, mientras que, en internación general, las plazas llegaban a 2.056.

Por eso, a su turno, Espinoza agradeció al Presidente, a Kicillof y a la vicepresidenta, sobre quien recordó que "en su momento, decidió hacer dos nuevos megahospitales en La Matanza y, como no había presupuesto para lograrlo, no dudó un solo segundo en posponer la compra de la flota de aviones presidenciales para invertirlos en esta tarea". 

"El nombre es toda una declaración de principios porque Favaloro fue un emblema de la medicina argentina, que nos decía que todos teníamos que acceder a una salud de calidad y no solo las minorías. Tuvimos cuatro años de abandono del gobierno anterior, que bajó de rango al Ministerio de Salud, que decía que no había que abrir nuevos hospitales e invertir en salud. Ojalá que nunca más nos pase", planteó el intendente, al tiempo que reconoció el trabajo del equipo de salud que, desde 2016, sostuvo las prestaciones sanitarias en el hospital. "Resistieron cuatro años acá adentro cuidando este edificio y generando salud para toda La Matanza", agregó.

"Lo que ellos no hicieron en cuatro años, nosotros lo hicimos en tres meses porque, rápidamente, tomaste la decisión de terminar y, sobre todo, equipar este gran hospital. Gracias por hacernos realidad este sueño colectivo", cerró Espinoza el diálogo con el Presidente. 

El hospital Kirchner y el objetivo de inaugurarlo "en cuatro meses"
Cabe recordar que, además de la reapertura del Favaloro, con la llegada de la pandemia, el Gobierno nacional se propuso retomar también las obras en el Hospital Materno-Infantil Néstor Carlos Kirchner, ubicado en el kilómetro 24 de la Ruta 3, en Laferrere, aunque su situación es más compleja y no se prevé que pueda quedar operativo en el corto plazo. Hasta 2015, las obras habían llegado a menos del 70 por ciento, lo que insumió una inversión de 413 millones de pesos, pero el centro de salud, con capacidad para 180 camas, nunca se inauguró. 

Producto de la paralización de las obras desde hace más de cuatro años, la empresa que había ganado la licitación fue retirando parte de los insumos para evitar que fueran robados o dañados, pero también sufrió serias vandalizaciones. Por eso, el Ministerio de Obras Públicas continuará trabajando en su finalización, sobre la que el Presidente aseguró este martes que se concretaría a fin de año. "La Matanza tendrá, en cuatro meses más, otro hospital igual a este. Nos pone muy contentos poder terminar estas obras que empezó Cristina, que quedaron abandonadas durante cuatro años y que nosotros vamos a completar para cuidar a quienes más lo necesitan", dijo Fernández.     

Ambos nosocomios matanceros formaron parte del plan de “Hospitales del Bicentenario” anunciado el 17 de octubre de 2008, en la primera gestión presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, con el objetivo de construir seis hospitales en la provincia de Buenos Aires y uno en Entre Ríos.