“Si no se flexibiliza un poco en La Matanza, la mayoría de los comercios entrará en quiebra”, advierte Pugliese
Así lo aseguró a este medio el titular de la Federación Empresaria de La Matanza (FEM) en relación a una posible reapertura comercial gradual a partir de la próxima semana. Además, alertó que, desde el inicio de la pandemia, cerraron, al menos, 300 comercios en el Partido, y consideró que “hay que avanzar, con responsabilidad, hasta donde se pueda”.
A casi cuatro meses de comenzado el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus, el impacto en el sector productivo es muy grande. Y uno de los más golpeados es el comercial, dado que la mayoría de los negocios están cerrados desde el primer día de cuarentena, por lo que muchos no volverán a abrir una vez pasada la pandemia.
En diálogo con El1 Digital, el presidente de la Federación Empresaria de La Matanza (FEM), Claudio Pugliese, se refirió a la crisis comercial en el Distrito y se mostró ansioso a la espera de que comience la tan esperada apertura comercial gradual la próxima semana: “Esperamos que el comercio vuelva a tomar vida”.
“Esperamos que los protocolos que presentamos a las autoridades sean efectivos como para empezar a destrabar un poco porque es muy preocupante cómo está el comercio”, expresó y aseguró: “El Gobernador va a dar vía libre a cada municipio para que tome medidas. Si no se flexibiliza un poco en La Matanza, la mayoría de los comercios va a entrar en quiebra”.
En ese sentido, sostuvo que la pandemia “no va a terminar el 10 de agosto, se dice que puede durar hasta septiembre o diciembre, cuando esté la vacuna y, aunque esté la vacuna, no significa que todos estén vacunados ni que esto termine”. Por eso, agregó: “Vamos a tener que ser adultos y movernos con responsabilidad”.
“Todos queremos trabajar, hace cuatro meses que estamos sin actividad y mucho más no se puede aguantar, más con un problema que no se sabe hasta cuándo va a durar”, indicó, por lo que consideró que “hay que seguir avanzando e ir hacia adelante, siendo responsables y con todos los protocolos, hasta donde se pueda”.
Cierres definitivos, lo más doloroso
Sin dudas, en lo que respecta al sector comercial, la peor consecuencia del COVID-19 es el cierre definitivo de los comercios en estos meses. Vale destacar que, a excepción de los que pertenecen a los rubros de alimentos, fármacos y ferretería, la gran mayoría están cerrados desde el primer día, sobre todo rubros como peluquería y gimnasios, donde el contacto es inevitable.
“Nadie quiere acumular deudas de cuatro o cinco meses de alquileres ni de impuestos porque, además, tampoco hay una espalda para aguantar”, señaló Pugliese y recordó que “es muy difícil porque el sector viene castigado de los últimos cuatro años”.
En ese sentido, afirmó que se registraron cierres de locales en todas las localidades del Partido, entre las que se destacan Ramos Mejía, donde “hubo, al menos cien cierres” y San Justo, con un número similar. Gregorio de Laferrere, por su parte, que posee uno de los centros comerciales más importantes del Distrito, lleva, al menos, otras 60 bajas.
Las políticas del Gobierno
Por otro lado, Pugliese se refirió a las medidas que tomó el Gobierno nacional para que el impacto de la pandemia fuera lo más leve posible, entre las que destacó “el acompañamiento con los sueldos a través del ATP”. “Fue fundamental porque muchos empleados terminaron cobrando solo esa parte de los salarios porque el comercio no tenía fondos para pagar”, añadió.
En contrapartida, mencionó que el otorgamiento de créditos bancarios “resultó un fracaso porque no se dieron a tasa de 24 por ciento ni a nada”. “Dieron créditos a menos de un seis por ciento de los comerciantes y empresarios, los bancos nunca cedieron”, concluyó.