“Dejar Precios Máximos, de golpe, permitiría una disparada de precios”, advirtió Claudio Boada

Así lo expresó a este medio el titular de Unión de Usuarios y Consumidores, en referencia a la prórroga del programa hasta el 31 de agosto. Por eso, consideró que la salida del mismo debería implementarse “en forma gradual” y “con medidas hacia los comercios de cercanía porque muchos han cerrado y no se sabe si volverán a abrir”.

Luego de más de dos años, el proceso inflacionario parece haber tenido un freno, ya que, según el INDEC, las mediciones de abril y mayo cerraron en 1,5 por ciento y se espera un número similar o un poco mayor para junio. Vale recordar que el macrismo terminó su mandato con una inflación altísima, de 47,6 por ciento, en 2018, y de 53,8, en 2019.

En diálogo con El1 Digital, el titular de Unión de Usuarios y Consumidores, Claudio Boada, destacó, principalmente, una de las medidas oficiales para que no siguiera creciendo el Índice de Precios al Consumidor: “Los precios no se aplanaron totalmente, pero Precios Máximos pudo contener la inflación”.

Además, mencionó que, la semana pasada, la asociación mantuvo una reunión con la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, y otras autoridades, donde se hizo referencia a “una cláusula que se incluyó en el programa, que especifica que, además de la prórroga hasta el 31 de agosto, pueden modificar los precios ante aumentos objetivos o verificables, no especulativos”.

“Se planteó cómo hacer una salida ordenada de Precios Máximos porque el miedo de todos es lo que pueda pasar luego de agosto”, expresó Boada y advirtió que “si se deja completamente el programa, de golpe, se permitiría una disparada de precios”.

Por eso, consideró que “tiene que haber un proceso gradual, que vaya permitiendo aumentos de algunos productos, con una fuerte vigencia de Precios Cuidados (que no se encuentra activo) y con la aplicación de la Ley de Abastecimiento, que debe ser pensada no solamente para momentos excepcionales, como este de la pandemia”.

Por último, Boada cree necesaria otro tipo de asistencia para uno de los sectores más golpeados por el aislamiento social por el COVID-19, que lleva, casi, cuatro meses: “Hay que pensar en otras medidas hacia los comercios barriales y de cercanía porque muchos cerraron y no sabemos si tendrán fuerza para volver a abrir”.