Regreso a la fase uno: mientras la Provincia sigue firme en su postura, la Ciudad comienza a considerarlo una posibilidad

El Gobierno bonaerense insiste en adoptar “medidas más drásticas” para evitar “un desastre” en el sistema de salud. Desde la gestión porteña, sostienen que el regreso a mayores restricciones depende “de lo que haga la sociedad las próximas semanas”.

Luego de que las autoridades del AMBA y la Nación se pusieran de acuerdo en reforzar, desde este miércoles, el control de la circulación de personas tanto en el transporte público como en los vehículos particulares, la posibilidad de regresar a la fase primaria del aislamiento social, preventivo y obligatorio, aquella iniciada el 20 de marzo pasado, es motivo de una discusión permanente entre los funcionarios de ambos lados de la General Paz, sobre todo, a partir del franco aumento de casos positivos, que ya hace una semana se ubican por encima de los mil diarios.

Las diferencias de criterio respecto a la administración de la cuarentena -a saber, con mayores restricciones en los distritos del Conurbano y más flexible en la Ciudad, donde se permite la actividad de la comercialización de ropa, las salidas recreativas y deportivas individuales, entre otras cosas- continúan provocando tensiones entre los responsables de ambas territorios, que son los más críticos a la hora de hablar de contagios y de circulación comunitaria de virus. Además, a la preocupación se sumó la alerta de un posible colapso del sistema de salud con un horizonte de entre 30 o 45 días, si persiste como hasta ahora la famosa curva de contagios.

Ante esta situación, la Provincia continúa con la firme postura de retroceder en la flexibilización de las actividades y, de ser necesario, retornar a la fase uno, que implica un aislamiento total y un parate de todas las actividades productivas, a excepción de las consideradas esenciales. De hecho, esta mañana, el jefe de Gabinete de Axel Kicillof, Carlos Bianco, volvió a insistir en la idea de tomar “medidas drásticas” para evitar la expansión en los contagios de coronavirus ya que, consideró, “la única receta válida para este virus es el aislamiento social, preventivo y obligatorio”.

“Más allá de que ahora llega el virus a personas conocidas, somos conscientes de que hay una circulación ampliada del COVID-19 en todo el AMBA”, expresó Bianco, y añadió que, “si antes había que cuidarse, ahora hay que hacerlo un poco más”, en referencia al crecimiento de los casos positivos y la consecuente ocupación de camas. Sobre esa situación, de seguir a este ritmo, advirtió: “En un mes y medio, llegaríamos a la saturación del sistema de salud y nos encaminamos a un desastre”.

Por su parte, si bien desde la Ciudad vienen evitando referirse a la posibilidad de retroceder en las medidas de aislamiento, que hoy cumple 90 días, tras los positivos del diputado provincial Alex Campbell y de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, que desató preocupación y obligó a Horacio Rodríguez Larreta a someterse a un hisopado que dio negativo, desde el núcleo duro de la Ciudad comienza a vislumbrase la idea de una vuelta a mayores restricciones en la circulación. Así las cosas, lo que hasta hace unos días era una negativa absoluta, comienza a aparecer en las declaraciones de funcionarios como el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien sostuvo: “Volver a la fase uno va a depender de lo que hagamos como sociedad”.

“Si la ciudadanía decide que ya no tiene energía para sostener la cuarentena, porque están muy cansados y con problemas económicos, sociales y afectivos, no hay formato de testeo que pueda sostener y no hay manera de evitar por delante una vuelta a la cuarentena fase uno”, lamentó el funcionario, y concluyó: “Llegado ese caso, nosotros (por el Gobierno porteño) tendremos que pedirle a la ciudadanía un mayor esfuerzo para bajar bruscamente la curva”.