Contactos de whatsapp en las vidrieras: la estrategia de los comerciantes para generar ventas
A la espera de que sea aprobado el protocolo sanitario presentado por los comerciantes matanceros, la mayoría de los negocios trabaja a través de números telefónicos y con deliverys. No obstante, la situación sigue siendo muy delicada. “La venta online no llega al 15 por ciento de la normalidad”, expresan los vendedores.
El impacto del COVID-19 en la economía es muy fuerte y, con el correr de los meses, se vuelve más negativo. Porque, si bien más de cien industrias retomaron su producción en el partido matancero en el último mes, el proceso de reactivación en lo que respecta a los comercios es más lento y varios debieron cerrar en forma definitiva.
Desde la Federación Empresaria de La Matanza, en conjunto con las cámaras comerciales del Distrito, se presentó un protocolo sanitario a las autoridades municipales y hay que esperar la aprobación desde Provincia. Pero para los comerciantes esa espera es, cada vez, más angustiante porque las alternativas son pocas y no muy efectivas.
En ese contexto, lo que empezó siendo novedoso en el primer mes de aislamiento social, preventivo y obligatorio, hoy, es moneda corriente. La mayoría de los comercios, en lugar de lucir la tradicional vidriera con sus productos, presenta un cartel con un contacto de whatsapp para que los clientes hagan sus pedidos.
Las persianas bajas y el uso de delivery es la principal (y casi única) alternativa que tienen los comerciantes para trabajar en tiempos de pandemia. Pero los resultados no parecen alcanzar y están lejos de las ventas usuales.
Números “casi nulos”
Consultado por El1 Digital, Jorge, dueño de un local de indumentaria de Ramos Mejía, expresó que, como sus colegas, utiliza su contacto de whatsapp y las redes sociales, aunque “se vende muy poco”. “El comercio online deja ventas, casi, nulas porque las personas compran cuando ven la ropa y los productos en vidriera”, afirmó.
“El comercio online es más un apoyo a las ventas normales que se suelen hacer, no suele dejar mucha diferencia”, indicó en lo que respecta a su caso particular y agregó que lo que trabaja por estos días “no alcanza ni para cubrir gastos fijos”, entre los que contó sueldos de empleados, servicios e impuestos.
Por otro lado, Eugenio, que trabaja en una casa de comidas de la misma localidad, señaló que su caso es un poco más afortunado: “Por suerte, estamos trabajando, dentro de lo que significa el poco movimiento por la pandemia”. “Las personas se están acostumbrando a usar aplicaciones para comprar y, posiblemente, adopten eso después de que pase todo”, añadió.
Antecedentes difíciles
Por su parte, Gastón, propietario de un local de indumentaria en Isidro Casanova, aseguró que la situación “es desesperante” e hizo hincapié en la situación comercial en los últimos años, durante la gestión macrista: “Esto empeora porque venimos de dos o tres años en que los comercios la pasamos muy mal y vendíamos cada vez menos”.
“Al venir con estos antecedentes, no tenés una espalda como para aguantar estar cerrado tres o cuatro meses, no es que veníamos trabajando rebien y podés costear lo que significa estar tanto tiempo sin generar ingresos”, sostuvo. A fines del año pasado, según un relevamiento de este medio, por ejemplo, había más de 200 locales comerciales en alquiler en San Justo.