A partir de 2020, la Provincia deberá afrontar una deuda de 11.180 millones de dólares
Los pasivos provinciales crecieron casi 20 por ciento entre 2015 y 2019, y el 77 por ciento son compromisos en moneda extranjera. Tan solo el año que viene, vencen más de 170.000 millones de pesos, una cifra que se puede incrementar si continúa la tendencia al alza de la moneda estadounidense.
María Eugenia Vidal, Axel Kicillof, Eduardo “Bali” Bucca, Christian Castillo o Gustavo Álvarez. Quien asuma la magistratura bonaerense, el próximo 10 de diciembre, tendrá un mismo adversario: un pasivo que, al día de hoy, se estima en 11.180 millones de dólares, una cifra cercana al 80 por ciento de los ingresos totales que tiene la Provincia en todo un año y un 19,4 por ciento más elevada que en diciembre de 2015, al inicio de la actual gestión.
“Hoy, los niveles de deuda de la Provincia son más altos que los que recibió la Gobernadora Vidal”, le aseguró a El1 Digital Mara Ruiz Malec, economista del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala, dedicada a estudiar el proceso de toma de deuda bonaerense.
La especialista explicó, además, que, en 2020, “el Gobierno provincial deberá afrontar un problema de corto plazo de liquidez, porque existen muchos vencimientos en dólares, moneda que la Provincia no emite ni recauda, por lo que todo movimiento del tipo de cambio hará que aumente el peso de la deuda”.
Según el último avance del Informe Trimestral de Deuda Pública, publicado por el Ministerio de Economía provincial en junio de este año, al tipo de cambio actual, en 2020 la Provincia deberá enfrentar vencimientos por más de 170.000 millones de pesos, entre capital e intereses, en tanto que, según los números oficiales, el 77 por ciento de los compromisos fueron asumidos en moneda extranjera.
Si las previsiones cambiarias son certeras y el valor de la moneda norteamericana supera los 75 pesos, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la deuda podría alcanzar, en diciembre de este año, los 12.000 millones de dólares, es decir, el mismo dinero que recaudó Buenos Aires en todo 2019.
2015-2019, un ciclo de endeudamiento
Según el CEPA, el peso del endeudamiento sobre la recaudación de las provincias se duplicó entre diciembre de 2015 y 2019 y las carteras se dolarizaron crecientemente, con Chubut, Neuquén y Buenos Aires como los tres distritos que más incrementaron sus pasivos. El Gobierno bonaerense, solo entre 2016 y 2017, emitió más de 5.000 millones de dólares en bonos provinciales, a una tasa promedio de 9 por ciento.
“Si para una Nación ya es complicado tomar deuda en una moneda que no es la que emite, mucho peor lo es para una provincia que no solo no la emite, sino que no tiene ninguno de sus ingresos atados a esa moneda, ya que no cobra retenciones ni tiene regalías petroleras”, expresó Malec, quien argumentó que “la deuda no es ni buena ni mala, sino que depende de cómo se la utilice”.
Para la analista, “si la deuda en dólares, en vez de usarse para dar crédito a las PyMEs, fomentar las exportaciones o mejorar la infraestructura, se usa para financiar la salida de capitales en un esquema de valorización financiera, termina siendo un condicionamiento a la soberanía”. “Lo que te termina pasando es que, en el mejor de los casos, te terminan dictando las políticas económicas las calificadoras de riesgo, que son las que dicen si es riesgoso o no seguirte prestando, en función de lo que ellas creen que una economía debería ser, y, en el peor de los casos, como ocurre ahora, es el FMI el que, directamente, escribe las condiciones en un contrato”, aseveró.
Apostar al crecimiento, la única salida
Consultada sobre cómo puede resolverse la situación, la experta sostuvo que la próxima gestión “deberá apostar a empezar a crecer rápidamente para mejorar la recaudación, que viene cayendo en términos reales”. “Si la Provincia crece, va a poder recaudar más; por eso, es importante fortalecer la producción y el mercado interno, para que el dinero que llega al bolsillo de los argentinos se vuelque en bienes argentinos”, remarcó.
“Con los mercados cerrados por la política económica de Mauricio Macri, Buenos Aires no puede volver a tomar deuda para ir ‘pateando’ los vencimientos que tiene en los próximos años, por lo que no quedan más alternativas para aumentar la liquidez más que utilizar el tres por ciento que restaba de la coparticipación, que termina de devolverse el año que viene, y revisar el histórico reclamo por el Fondo del Conurbano”, sostuvo Ruiz Malec, y cerró: “Para poder salir adelante del desastre de caja que deja el Gobierno de María Eugenia Vidal, solo queda apostar al crecimiento y a una estrategia coordinada con la futura gestión nacional. Es eso o nada”.