Investigador argentino recibe apoyo de la UNESCO para la erradicación del racismo en la Educación Superior
La iniciativa promueve la erradicación de todas las formas de racismo y discriminación racial en la Educación Superior, con énfasis en aquellas que afectan a las personas y comunidades indígenas o afrodescendientes.
El 21 de marzo fue proclamado como el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial en 1966, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en memoria de la Matanza de Sharpeville, ocurrida en 1960 contra manifestantes que protestaban por la aplicación del Apartheid a manos de la policía sudafricana.
En el marco de esa conmemoración, el próximo jueves, de 17 a 20, en la sede del Rectorado de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), en Juncal 1.319, se realizará un foro abierto sobre “Racismo y Educación Superior”.
El encuentro estará dirigido por Daniel Mato, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), que fue seleccionada por UNESCO para recibir apoyo a través de su Programa de Participación. La iniciativa promueve la erradicación de todas las formas de racismo y discriminación racial en la Educación Superior, con énfasis en aquellas que afectan especialmente a las personas y comunidades indígenas y afrodescendientes.
“Si bien, en América Latina, los problemas de racismo y discriminación racial no afectan solo a las personas y los pueblos indígenas y afrodescendientes, estas prácticas tienen siglos de historia y -aunque transformadas- continúan vigentes”, explica Mato durante su entrevista con CONICET. Pese a ello, suelen recibir escasa atención por parte de los organismos públicos, los medios de comunicación y las instituciones de educación superior.
En algunos países de la región, los comportamientos abiertamente discriminatorios hacia estas personas y comunidades son cada vez menos habituales, pero existen desventajas históricamente acumuladas, mecanismos institucionales y algunas formas dominantes que continúan reproduciendo inequidades.
Estas inequidades suelen resultar imperceptibles para buena parte de la población y, por esto, cabe aludir a ellas con expresiones como racismo ´no visible`, ´oculto` o ´solapado` y de formas más conceptuales como racismo ´estructural` o ´sistémico`”, explica Mato.
Y continúa: “Las universidades y otros tipos de instituciones de educación superior (IES) no escapan a estos problemas, que no solo afectan las posibilidades de que miembros de estos pueblos accedan a ellas y logren graduarse en los lapsos esperables, sino que, también, afectan la calidad de la educación que imparten, la investigación que realizan y su papel en la formación de ciudadanos y de opinión pública”.
Además -concluye el investigador en diálogo con PRENSA CONICET-, en muchos casos, estas prácticas racistas y discriminatorias se reproducen en los procesos de formación docente, naturalizando así prejuicios de ´sentido común` que, luego, se irradian hacia todo el sistema educativo”.