Vidal firmó un convenio con el Obispo de San Justo y acordaron obras para Puerta de Hierro
La Gobernadora bonaerense recibió a monseñor Eduardo García, con quien acordó la construcción de una sala de salud y un playón deportivo, además de la instalación de un puesto policial y la ampliación de una capilla en ese barrio de Isidro Casanova.
En medio de la tensa relación que atraviesa el Gobierno nacional con la Iglesia Católica -por las críticas a la situación social que formularon distintos representantes eclesiásticos en las últimas semanas, como así también el enojo por haber habilitado el debate legislativo sobre el aborto-, la Gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, mantuvo un encuentro con el Obispo de San Justo, monseñor Eduardo García.
La titular del Ejecutivo provincial firmó un convenio con García para acordar una serie de obras para el barrio Puerta de Hierro, de la localidad de Isidro Casanova. El plan, denominado Madre Teresa Puerta de Hierro, incluye el compromiso de la subsecretaría Social de Tierras, Urbanismo y Vivienda de la Provincia para construir una sala de primeros auxilios y un playón deportivo, como así también ampliar una capilla e instalar un puesto policial.
Las obras para Puerta de Hierro, donde también avanza un plan de urbanización comandado por la Unidad Ejecutora de Villas y Asentamientos del Municipio de La Matanza, forman parte del plan de “intervención de emergencia” del Gobierno bonaerense, que ya cuenta con anuncios similares para los barrios La Cava, de San Isidro; Costa Esperanza, de San Martín; y Carlos Gardel, de Morón.
Cabe recordar que Puerta de Hierro es un Núcleo Habitacional Transitorio (NHT) surgido a partir de las políticas de relocalización impulsadas por el gobierno de facto del General Juan Carlos Onganía a partir de las cuales, durante fines de los '60s y principios de los '70s, los habitantes de varios asentamientos de la Capital Federal fueron trasladados a diferentes NHT construidos en tierras que la Ciudad posee en el Conurbano. Se suponía que, en menos de dos años, debían ser trasladados a viviendas definitivas.