En menos de diez días, hubo ocho homicidios en La Matanza
La mayoría de los casos fueron difundidos, de forma exclusiva, por El1 Digital. El crimen del colectivero, Leandro Alcaraz, el caso más impactante.
Inseguridad, violencia y muerte, son términos que, en un lapso de tan solo diez días, se conjugaron y dijeron presente en el partido de La Matanza. En ese corto período de tiempo, se cometieron ocho homicidios en el Distrito. Indignados, los vecinos piden soluciones de fondo para frenar la ola criminal.
La violenta seguidilla recaló sobre la Unidad Temática de Homicidios de La Matanza, entidad en la cual los fiscales tienen turnos de lunes a lunes. En esta ocasión, les tocó intervenir a José Luis Maroto y Adrián Arribas. Tres ladrones muertos, un colectivero y un Policía de la Bonaerense, los casos más resonantes.
La mayoría de estos episodios fueron informados, de manera exclusiva, por El1 Digital. Todo comenzó el 9 de abril pasado. En el cruce de Arieta y Australia, San Justo, un efectivo de la Policía local que estaba de civil abatió a un ladrón que intentó robarle el celular a una joven.
El 12 de abril, una patota atacó a cuchillazos a un hombre de 37 años, identificado como Julio César, en el lote 20 de la manzana N° 8 de un humilde barrio situado en la intersección de la avenida Luro y la calle Lavadero, Rafael Castillo.
El sábado 14 de abril, un llamado recibido al servicio de emergencias 911 erizó la piel del operador: en un descampado de la calle Equiza, en el barrio Los Ceibos, de González Catán, hallaron un cadáver con el 80 por ciento del cuerpo carbonizado, con múltiples cuchilladas, un balazo en el muslo izquierdo y los pies atados con un cable. Aun, no fue identificado.
Ese mismo día, pero a las 23 horas y en Ciudad Madero, dos ladrones atacaron a balazos a Matías Miguel de Marco, quien se desempeñaba como jefe del Gabinete Técnico Operativo (GTO) de la comisaria de Gregorio de Laferrere y realizaba investigaciones encubiertas sobre narcotraficantes. Uno de los delincuentes que asesinó al oficial fue detenido y, el otro, sigue prófugo.
El domingo 15 ocurrieron dos hechos de inseguridad casi en simultáneo. Pasadas las 16, dos “motochorros” quisieron robarle la motocicleta a un joven en el cruce de Mariano Acosta y Sáenz, pero recibieron una sorpresa: el motociclista era Policía de la Federal. Tras enfrentarse a tiros, un ladrón murió y otro recibió cinco disparos. El cabo, también, resultó herido, pero está fuera de peligro y se recupera favorablemente en el hospital Simplemente Evita.
Pasadas las 17, Leandro Alcaraz, chofer de la línea 620, era fusilado de un disparo a quemarropa en el barrio San Pedro de Virrey del Pino. El asesinato del colectivero conmocionó a propios y ajenos, provocó un paro de transporte público en toda la zona Oeste y desató multitudinarias manifestaciones. Por el crimen, hay dos detenidos. Su familia pide a posibles testigos que se acerquen a declarar. “Queremos justicia”, recalcaron.
El lunes 16, la muerte volvería a decir presente en el sur del Partido. Un abuelo de 63 años, identificado como Gerardo Medina, fue hallado en el baño de su casa, atado de pies y manos, y con múltiples traumatismos en el rostro. Según los investigadores, los asesinos que ingresaron al domicilio de Tomas Antonio Valle al 5.700, en González Catán, buscaban dinero. Hay un sospechoso detenido.
La seguidilla de homicidios culminó el miércoles 18, con un caso que sorprendió a los pesquisas policiales. Luego de protagonizar un raid delictivo, un ladrón perdió la vida y, según aseguran los investigadores, habría sido asesinado por uno de sus compañeros delincuentes.