Whirlpool sumó la producción de lavarropas a su planta de La Tablada
La multinacional dedicada a la fabricación de electrodomésticos lanzó una nueva línea productiva como parte de su plan de inversiones de más de 300 millones de pesos, que se puso en marcha el año pasado. Desde diciembre, se crearon más de cien puestos de trabajo.
Como parte de su plan de inversiones de 300 millones de pesos anunciado en 2016, la multinacional Whirlpool presentó una nueva línea de producción de lavarropas que puso en marcha, recientemente, en su planta de La Tablada.
La compañía retomó la producción local el año pasado, después de haberla tercerizado desde 2012 a través de socios que producían sus electrodomésticos en Buenos Aires, San Luis, Córdoba y Tierra del Fuego.
La planta matancera, que era solo un centro logístico, ya lleva más de un año como centro industrial: a principios de diciembre de 2016, se inició la fabricación de cocinas y, en ese segmento, los operarios de La Tablada ya producen 60.000 unidades anuales de dos modelos que funcionan con controles digitales y electrónicos y que son los más modernos de la marca para su mercado latinoamericano, en que Argentina solo es liderado por dos gigantes: México y Brasil.
En las últimas semanas, a las cocinas, se le sumó la producción de lavarropas, aunque la capacidad total de fabricación se alcanzará en diciembre. Según explicó a El1 Digital Pablo Feresini, director para la Región Sur de Whirlpool, “se generaron más de cien puestos de trabajo directos y 300 indirectos” para cumplir con las exigencias productivas del último año. Actualmente, la empresa emplea a 250 personas en La Matanza y el 50 por ciento de los nuevos puestos creados “fueron ocupados por matanceros que, acá, encontraron su primer empleo”, especificó el ejecutivo.
El lavarropas que comenzó a producirse en La Tablada es de carga frontal y con características similares a una línea que Whirlpool acaba de lanzar en Europa, con bajas vibraciones, poco sonido y eficiencia energética. Este producto de alta gama solo se fabrica en Italia y en Argentina, desde la planta de La Matanza. Se prevé que los cinco modelos fabricados localmente -de siete, ocho, nueve, diez y doce kilos y con precios al público desde 15.000 pesos- permitirán alcanzar una producción anual de cien mil unidades, que empezarán a llegar al mercado interno a principios de 2018.
“El plan de inversiones que pusimos en marcha el año pasado tiene más etapas planificadas, pero todavía estamos evaluando con qué producto seguir. La idea es mantener esta cadencia y, año a año, seguir ampliando las oportunidades. Nuestro lugar elegido es La Matanza y vamos a seguir invirtiendo acá”, planteó Feresini.
Círculo virtuoso
El lanzamiento de la planta de lavado y la potencial generación de empleo es una buena noticia en momentos en que la industria nacional no crea puestos de trabajo a gran escala. Por eso, tanto el subsecretario de Industria y Comercio bonaerense, Gustavo Svarzman, como la secretaria de Producción de La Matanza, Débora Giorgi, acompañaron el lanzamiento oficial de la producción.
Ambos celebraron la generación de nuevos puestos de trabajo y la aplicación de nuevas tecnologías al proceso productivo, aunque la funcionaria matancera advirtió que “este lanzamiento es un bálsamo porque la industria metalmecánica no la está pasando bien en La Matanza”. “Hemos tenido cierre de talleres, despidos y la mano de obra metalúrgica local es de distinción, así que esperamos que se pueda crear una mesa de desarrollo de proveedores para que las PyMEs puedan sumarse, porque son capaces de abastecer a estas terminales multinacionales”, planteó Giorgi.
La producción local se recupera lentamente
Después de un 2016 signado por la caída del consumo interno y el aumento de las importaciones en el sector de línea blanca, este año, hay algunos signos de recuperación que dan señales un poco más alentadoras para productores locales como Whirlpool.
De acuerdo al Indec, en los primeros siete meses del año, la producción nacional de cocinas tuvo una recuperación interanual de 14,4 por ciento, tras haber caído 14,3 por ciento el año pasado, en comparación con 2015. En el otro rubro al que se dedica la multinacional con sede en La Tablada, el crecimiento, aun, está lejos de revertir el marcado descenso del año pasado: hasta septiembre de 2017, se fabricó un 1,3 por ciento más de heladeras que en 2016, pero, durante el mismo período de ese año, la caída con respecto a 2015 llegó a 15,1 por ciento.