Denuncian despidos en la industria textil matancera
El referente de la CGT local y representante de los trabajadores del sector, Mario Ortiz, aseguró que, en las últimas semanas, decenas de trabajadores quedaron en la calle por el cierre de una fábrica en Ciudad Madero y cesantías en una empresa de Ramos Mejía.
Según Mario Ortiz, secretario general de la CGT La Matanza y referente de los trabajadores textiles del Distrito, en las últimas semanas, se produjeron 40 despidos en dos fábricas locales del sector.
En diálogo con El1 Digital, el dirigente sindical explicó que el principal conflicto se desató en la textil Yoon San Luis, una pequeña hilandería ubicada en Talcahuano al 200, en Ciudad Madero. “Tenía 28 empleados y estamos peleando para que les paguen el cien por ciento de las indemnizaciones”, contó Ortiz.
Es que la empresa pretende la aplicación del artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que prevé que “en los casos en que el despido fuese dispuesto por causa de fuerza mayor o por falta o disminución de trabajo no imputable al empleador fehacientemente justificada, el trabajador tendrá derecho a percibir una indemnización equivalente a la mitad de la prevista”, según la legislación.
“Eso es lo que alega la empresa, pero vamos a pelear para que les paguen todo lo que les corresponde. La planta ya está cerrada, aunque con la promesa de que, si la actividad se reactiva, en marzo los vuelven a tomar, pero la verdad es que suena poco probable y ningún trabajador puede aguantar tanto tiempo desocupado”, agregó Ortiz.
Además, se sumaron doce despidos en la fábrica Iberoamericana, una textil instalada desde hace más de 60 años en Avenida de Mayo y Virrey Cisneros, en Ramos Mejía. “En ese caso, también estamos negociando las indemnizaciones, la decisión ya está tomada y no hay posibilidad de que los reincorporen. A los compañeros no los echaron porque trabajaban mal, sino porque no hay trabajo, entonces seleccionaron a los que tenían menos años de antigüedad o menos experiencia y los desplazaron”, contó el referente del sector.
En este caso en particular, Ortiz recordó que la fábrica de jeans y gabardina “había anunciado, en septiembre de 2015, que iba a tomar 15 trabajadores más porque la industria venía bien y había una buena cantidad de producción, pero con el cambio de Gobierno, cambió la película”.
“El gran problema que tenemos es la importación y ni siquiera es como en los ’90, que solo entraba tela de afuera y entonces los confeccionistas o una parte de la cadena productiva se salvaba, sino que ahora está afectada toda la producción, porque ya ingresa el producto terminado”, cerró el sindicalista.