Panaderos denuncian el avance de la “elaboración y venta clandestina” de pan

En la capital mendocina, los productores del sector panaderil se reunieron con sus pares de todo el país para analizas la crítica situación que atraviesa el rubro. Las ventas clandestinas, la caída en el consumo y el constante aumento de los insumos, junto a la suba de las tarifas en los servicios públicos, contribuyeron al cierre de los locales del segmento.

En diálogo con El1 Digital, el presidente de la Federación de la Industria Panaderil de la Provincia de Buenos Aires (FIPPBA) y del Centro Industrial de Panaderos de La Matanza (CIP), Emilio Majori, advirtió que la clandestinidad que no cede y que cada vez es más notoria. Y precisó que, en el Distrito -en 2016-, el “crecimiento exponencial” de estos “centros de producción” precipitó el “abrupto final de casi el 15 por ciento de los locales” dedicados al despacho de pan.

“Es un tema candente. Seguimos esperando que las autoridades tengan en cuenta nuestros reclamos y que busquen una solución a esta problemática que atenta contra los productores que acatan y respetan las normas de comercialización en una posición de desventaja con respecto a las fabricas clandestinas, que han aumentado considerablemente en el último tiempo”, enfatizó el referente del segmento panaderil.

En ese contexto, Majori explicó que, desde la federación, se dirige un estudio de esta situación que definió como “un flagelo que afecta a la actividad que se desarrolla legalmente”. Y denunció: “El pan se hace en cualquier lugar. Puede ser un galpón o en el fondo de cualquier casa. Las máquinas son transportables y se pueden instalar en cualquier lugar. Después venden, también clandestinamente, el pan a un precio que el vendedor legal no puede competir”.

Finalmente, el titular de la CIP desmintió los rumores de un eventual incremento en el precio del pan para abril. “No está planificada una suba del valor de venta, a pesar de los aumentos en los servicios de luz, agua y gas”, cerró.