Productores matanceros advierten que "si no se revierte el panorama, muchas fábricas van a cerrar"
Empresarios de calzado del Distrito manifestaron su preocupación por la fuerte caída en el consumo interno y la apertura de las importaciones. La Matanza concentra el 70 por ciento de la producción nacional de zapatos.
Los principales industriales del sector del calzado expresaron su preocupación por la fuerte recesión en el segmento, que se generó a partir de la apertura de las importaciones y por la abrupta caída en el mercado de consumo interno. A nivel general, se estima que la demanda local cayó un 60 por ciento en los primeros ocho meses del año.
En diálogo con El1 Digital, Diego Boynarian, que forma parte de la tercera generación de su familia dedicada a la fabricación de calzado en Villa Insuperable, lamentó: “Esta caída precipitosa en las ventas no nos permite subsistir. Mantener la estructura del personal y la presión impositiva tornan cada día más difícil para seguir produciendo”.
La crisis en primera persona
Tras 36 años de trayectoria, actualmente a cargo de la marca RIOT, el joven empresario denunció que ingresan al país -de contrabando- una importante cantidad de pares de zapatos, lo que, sumado a la apertura de las importaciones y a la caída en el consumo del mercado interno, agudiza aun más la compleja situación para este segmento productivo.
En ese sentido, insistió: “Lo más grave es que hay una parte del oficio que se está perdiendo, y después, se va a tornar muy difícil conseguir mano de obra calificada en este sector”. En tanto recordó: “Los brasileños no sabían nada del proceso productivo del calzado. Hace más de 35 años, vinieron a la Argentina a aprender y, ahora, son el segundo productor mundial”.
Según el empresario matancero, “han cerrado muchos talleres”, con un personal que oscila entre cinco y diez empelados por cada unidad productiva"Si. “Esto representa una cantidad importante de desempleados en el Distrito. Si no se revierte este panorama, muchas otras fábricas van a tener que cerrar”, sentenció
“Las PyMEs no queremos despedir o suspender personal. Vamos a soportar hasta el último momento, para que los trabajadores puedan mantener a sus familias dignamente, pero la situación es desesperante. Es muy difícil decirle a un proveedor o a un empleado “No te puedo pagar”, concluyó Boynarian.
Hasta 2015, el mercado interno consumía más de 3,5 pares de zapatos, lo que posibilitó que la producción nacional alcanzara más de 122 millones de pares, de los cuales más del 70 por ciento se producían en La Matanza, razón por la cual -en 2006- fue declarada Capital Argentina del Calzado.