Los alquileres en La Matanza, con subas de hasta 40 por ciento y ajustes semestrales
Ante los altos índices de inflación, algunas inmobiliarias optan por actualizar los valores cada seis meses.
En un año en que los aumentos de precios y los tarifazos minaron el poder adquisitivo, además de que, a nivel general, las paritarias cerraron por debajo de la proyección inflacionaria anualizada -cercana al 50 por ciento-, para quienes iniciaron o renovaron contratos de alquiler se sumó otra complicación: en algunas localidades del Distrito, los acuerdos, que solían tener una actualización por año, empezaron a establecer ajustes semestrales, mientras que los incrementos anuales ya llegan hasta el 40 por ciento.
“Las actualizaciones se hacen por semestre, tanto para vivienda como para comercio, porque al haber mucha inflación, cuando llega el momento del ajuste anual, el porcentaje de aumento se hace demasiado alto”, explicó a El1 Digital Silvia, agente de Carena Propiedades, de González Catán.
Para calcular ese ajuste, se emplean dos alternativas a acordar con el propietario: una actualización fija de entre doce y 15 por ciento, o un coeficiente que se emplea a partir de la variación de la canasta básica. “Cuando pasan los seis meses, la actualización que sufre esa canasta es la que sufre el contrato también. El último ajuste fue de 19,8 por ciento”, detalló al respecto.
Otros operadores, en cambio, prefieren mantener las actualizaciones anuales. “Mucha gente, a veces, no está llegando a pagar; entonces, no puede soportar una indexación de 30 o 40 por ciento semestral. El problema es que hay más demanda que oferta en cuanto a los alquileres y muchos se aprovechan de esa situación”, consideró Carmelo Affatato, propietario de una inmobiliaria en Lomas del Mirador.
De todos modos, Affatato aclaró que, aunque el ajuste sea anual -en el caso de su inmobiliaria, este año, fue de “entre 35 y 40 por ciento”-, “los contratos incluyen una cláusula que establece que, ante la eventualidad de que los valores queden rezagados, las partes intentarán consensuar un nuevo porcentaje”.
Por su parte, Fernando Andrade, agente de Stella Propiedades, que administra más de 300 alquileres en San Justo, explicó que, si bien han cerrado contratos semestrales, “la intención es evitarlo porque al inquilino se le complica soportar ese incremento en el corto plazo”. “Los ajustes se van determinando de acuerdo a las previsiones del mercado en general: hoy, la inflación interanual es de más de 45 por ciento, pero subimos un 30 por ciento porque hay que adecuarse a la realidad y al bolsillo de la gente, aunque siempre está abierta la posibilidad de un reajuste, apelando a la buena voluntad”, agregó.
En los comercios
Quienes deben alquilar viviendas no son los únicos que sufrieron los ajustes en los contratos: en el caso de los locales ubicados en los principales centros comerciales matanceros, este año, los valores cobrados en concepto de llave, que no es más que un monto que las inmobiliarias retienen por derecho de admisión y que, a diferencia del depósito, no se les devuelve a los inquilinos cuando los contratos finalizan, alcanzaron precios demasiado altos para la realidad que atraviesa la actividad comercial, con una marcada caída en las ventas minoristas.
En ese sentido, y a pesar de que la llave está prohibida por el nuevo Código Civil y Comercial que entró en vigencia el año pasado, en zonas como la peatonal de San Justo y las primeras cuadras de Avenida de Mayo, en Ramos Mejía, su valor llegó hasta los 70 mil dólares, con 70 mil pesos mensuales de alquiler, como ejemplificaron desde Stella.
En otras localidades, como Laferrere y González Catán, esos valores son inferiores. “Algunos locales tienen llave y otros no, todo depende de su ubicación, y el costo varía entre los 20 y 40 mil pesos”, graficó Hernán, operador de Gruppo Marrazzo, de Laferrere. En tanto, desde Carena, especificaron que lo que se suele exigir es el monto equivalente a un mes de alquiler, en pesos, lo que, por ejemplo, para un local de 30 metros cuadrados en la zona de la plaza de González Catán, equivale a 25 mil pesos.
“Estamos en un momento atravesado por la recesión. Hoy, en el centro comercial de San Justo, las vacancias no son tan graves como en otras zonas, pero debemos reconocer que la situación está muy difícil y que hay que ser muy equilibrado para buscar un valor que tiente al comerciante”, admitió Héctor Echeverría, propietario de la inmobiliaria homónima de la localidad cabecera del Distrito. Por eso, aseguró que, cuando se cobra llave, “se da un financiamiento especial, con alguna proyección de tiempo que le facilite el acceso al inquilino”. “Hay que aportar una dosis de creatividad importante para que no se escapen las operaciones”, cerró.
Leve repunte en las ventas
De acuerdo al Colegio de Escribanos bonaerense, durante el primer semestre del año, la compra-venta de inmuebles tuvo un crecimiento de 3,2 por ciento con respecto a 2015, aunque la tendencia no es estable, ya que, por ejemplo, en junio, en comparación con el mismo mes del año pasado, el mercado tuvo una contracción de 7,7 por ciento.
En ese sentido, los operadores inmobiliarios matanceros aseguran que la actividad no ha repuntado en el Distrito. “Los alquileres son los que mueven el mercado porque las ventas no se han consolidado, dado que las nuevas líneas de crédito, recién, están empezando a despuntar”, aseguró Echeverría en ese sentido.
“Desde marzo, vemos más afluencia de posibles compradores: de diez consultas que tenemos por día, dos son por posibles compras porque se hace difícil conseguir alquileres ante la falta de oferta. Entonces, hay sectores que pueden hacer un promedio de sus ingresos familiares y, quizás, les conviene conseguir un crédito bancario”, sumó Affatato.