Comerciantes adelantaron el período de liquidaciones para impulsar las ventas
Ante una temporada con una marcada caída en el consumo minorista, ya desde el inicio del invierno, las vidrieras comenzaron a ofrecer fuertes descuentos para atraer a los consumidores.
Apenas diez días después de la llegada del invierno, en la mayoría de los centros comerciales de La Matanza, las vidrieras empezaron a despedirlo. La decisión no obedeció a lo climático, sino que ante una caída de las ventas minoristas que, a nivel nacional, según la CAME, ya alcanzó el 6,4 por ciento en el primer semestre, los comerciantes resolvieron adelantar la temporada de liquidaciones. Es que, en el Distrito, las cámaras y asociaciones de comercio aducen que, en algunos rubros, la baja oscila entre 30 y 60 por ciento, especialmente, durante los días de semana.
Descuentos de hasta 60 por ciento, promociones en dos por uno y por pago en efectivo, además de mayor flexibilidad para los pagos con tarjetas de crédito al inicio de la semana, cuando no opera Ahora 12, son algunas de las estrategias que se están implementando.
Empatar es la estrategia
“La liquidación, que solía comenzar a mediados de agosto, este año, arrancó a principios de julio. Si bien no es la liquidación final, los descuentos que se ven, de entre 30 y 40 por ciento, equiparan a los de final de temporada y hay más incentivos a partir de la promoción con tarjetas y más pagos sin interés, algo que era muy difícil de incorporar para los comerciantes pero que, en este momento complicado, se implementó”, aseguró a El1 Digital Claudio Pugliese, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Laferrere.
Según el referente comercial, las ventas en los locales de esa zona bajaron entre “30 y 35 por ciento”. “El rubro más castigado es el de indumentaria. La mayoría de los comerciantes está empatando y tratando de sobrevivir, a la espera de que la próxima temporada repunte y se venda más”, completó.
Por su parte, Gustavo Martorello, integrante de Comerciantes Unidos de San Justo y propietario del local de ropa Taverniti ubicado en la calle Arieta aseguró que “los descuentos, este año, son más progresivos porque hay un parate en las ventas y es necesario hacerse de capital porque está entrando la mercadería de la nueva temporada”. En su vidriera, por ejemplo, se intenta atraer a los clientes con cuatro cuotas sin interés con tarjetas de crédito, o a partir de contabilizar una compra como mayorista a partir de la sexta prenda.
“Necesitamos tener la ‘vidriera caliente’, es decir, que la gente siga comprando, pero si no le diéramos anabólicos a las ventas, estaríamos más complicados. Este es un año para no tener ganancias: si empatás, es un lujo”, reconoció el comerciante.
“Se siente la baja en el consumo y adelantamos las liquidaciones para incentivar las ventas. Casi siempre bajábamos los precios por producto pero, esta vez, optamos por aplicar un 20 por ciento de descuento a nivel general y con todos los medios de pago. La gente se engancha”, relató Francisco Verdesco, propietario de la zapatería Lucart de San Justo.
En la misma sintonía, Héctor Gabiani, presidente del Centro de Comerciantes de la misma localidad, coincidió en que, esta temporada, “las liquidaciones empezaron con mucha anticipación”. “Hay muy buenos precios: pantalones a 200 o 300 pesos, cuando estaban arriba de los 700 pesos. Los comerciantes decidieron bajar los precios para dar pelea por la falta de ventas, a pesar de que los costos, tanto de la mercadería como los servicios, son muy altos”, relató al respecto.
No obstante, advirtió que, pese a las promociones, las ventas repuntaron "muy poco”. “Está todo muy caro y la gente cuida el peso para llegar a fin de mes. Se ve muy poco movimiento en los centros comerciales”, completó Gabiani, al tiempo que subrayó que la caída en las operaciones “es de 60 por ciento durante la semana y 40 por ciento los fines de semana”.
Los que no pudieron evitar el cierre
Si bien no es un problema generalizado, el cierre de comercios es, también, parte de la postal que se ve en los centros comerciales del Distrito. “Tuvimos varios colegas que no pudieron afrontar los aumentos de costos con los alquileres e impuestos, además de que tenemos algunos casos muy problemáticos de venta callejera; algo que siempre pasó pero, con la situación económica actual, los comerciantes no lo pueden aguantar ni un minuto”, criticó Pugliese.
En el centro de San Justo, la situación es similar y la queja principal tiene que ver con los costos que están imponiendo las inmobiliarias. “Muchos comerciantes se van antes de la renovación del alquiler porque, cuando tienen que volver a pagar todos los gastos, se les hace muy cuesta arriba. Ese tipo de capital especulativo perjudica mucho al comercio”, explicó Daniel Dauría, integrante de Comerciantes Unidos de San Justo.
Ese fue el caso, por ejemplo, de un local de ropa ubicado en Arieta 3.309 que, el sábado pasado, bajó sus persianas. “El dueño estaba pagando 27.000 pesos por mes de alquiler y, este año, tenía que renovar: la inmobiliaria le pedía 28.000 dólares de llave, cuando la última vez había pagado 21.000 dólares, con una cotización a ocho pesos. Se le hizo imposible porque no hay ventas, está todo parado y ni siquiera se vendió con las promociones por cierre”, aseguró Ricardo, quien se desempeñaba como encargado del local, donde, también, trabajaban otras tres personas.