Advierten que, en La Matanza, ya hay 15.000 despidos, suspensiones y retiros “forzados”
Son cifras a las que arribó la Secretaría de Producción local, a partir de un relevamiento con los distintos gremios matanceros.
De acuerdo a estadísticas de la Secretaría de Producción local, entre fines de 2015 y abril de este año, 15 mil trabajadores matanceros ya sufrieron despidos, cesantías o retiros voluntarios como consecuencia de la caída de la actividad económica y las ventas.
En diálogo con El1, Débora Giorgi, titular de la citada cartera, puntualizó que, sobre ese número total, “35 por ciento corresponde a despidos, 20 por ciento a retiros voluntarios ‘forzados’ y el resto, a suspensiones”. “El problema es que esas suspensiones, realmente, se están extendiendo durante meses y meses y, cuando las suspensiones se estiran, es porque no se está recuperando la actividad económica en el corto plazo”, subrayó.
El panorama planteado por Giorgi -y al que se arribó tras las reuniones realizadas en el marco del Consejo Participativo del Plan Estratégico local, en que, a partir de enero, confluyen empresarios, sindicatos y autoridades para plantear las dificultades que atraviesan- ya se preveía desde principios de año, cuando los sindicatos comenzaron a alertar sobre la caída de la actividad.
Efecto dominó
En este complejo contexto, uno de los sectores más afectados es el de la construcción, principalmente, a raíz de la paralización de obras públicas ya adjudicadas que no continuaron con las nuevas gestiones nacional y provincial. Heraldo Cayuqueo, secretario general de la UOCRA local, aseguró que son “dos mil los trabajadores que se quedaron en la calle porque se frenó la obra pública”. “No se están haciendo los hospitales y otros proyectos en ejecución, como el fuero penal, los planes de bacheo y pavimentación y otras obras municipales, no continuaron porque no bajan los fondos. Empezamos a caer nosotros pero, como generamos trabajo en otros 40 rubros, ya se ve un efecto dominó”, analizó.
Ese efecto dominó, por ejemplo, se palpa en la industria del Plástico, donde “el nivel productivo cayó entre un 40 y un 50 por ciento porque no hay ventas”, alertó el secretario general del gremio, Enrique Bracalenti. “El 90 por ciento de los empleados contratados por agencias ya fue separada y estamos cerca de que se empiece a suspender y despedir a los efectivos porque las pymes no pueden absorber los aumentos en la luz y la caída en las ventas”, planteó, al tiempo que ejemplificó que, en una de las empresas líderes del sector que fabrica insumos para pañales y “nunca tuvo dificultades”, hoy, “funcionan solo tres de las 15 máquinas disponibles”.
Ernesto Peralta, secretario general del sindicato que nuclea a los trabajadores del calzado, un sector muy representativo a nivel local, dado que el Distrito concentra el 70 por ciento de la producción nacional, coincidió en que la actividad se ha ralentizado. “Se está trabajando menos: no hay más horas adicionales porque cayó la producción, pero los despidos no han sido masivos. El problema es que, si se llega a abrir más la importación, vamos a tener problemas serios porque no hay ventas. Los insumos no entran y la gente no tiene plata para comprar un par de zapatos”. “La preocupación es porque vemos que nada repunta”, reconoció.
Así las cosas, otras situaciones que se van dando ante la caída de la actividad y el aumento en las tarifas eléctricas y de gas -que ha complicado, especialmente, a las pymes, que representan al 90 por ciento de la fuerza productiva del Distrito- son el adelantamiento de vacaciones o la suspensión de la actividad en determinados días de la semana, según explicó Mario Ortiz, representante de los trabajadores textiles y secretario general de la CGT oficialista.
“Hay mucha mercadería en stand by y, como bajaron las ventas, la producción no sale. Por ejemplo, hay muchas pymes que hacen trapos, rejillas y franelas que trabajaban mucho con los grandes hipermercados porque esos comercios tenían permitido importar, pero un porcentaje de los productos debía ser de industria nacional. Desde diciembre, esos pedidos se pararon porque los supermercados empezaron a especular con que pueden traerlo de afuera”, relató el referente sindical.
Siguiendo esa misma línea, Hugo Melo, secretario general de la UOM local, reveló que “hay cuatro fábricas importantes con empleados suspendidos”. “Desde diciembre, sufrimos 90 despidos y 415 suspensiones, especialmente, en el sector autopartista. Algunas pymes prefieren cerrar algunos días para no tener maquinarias trabajando todo el día por los aumentos en la luz. Sumado a la caída en las ventas a multinacionales que empezaron a importar insumos que se fabricaban el país, el panorama es preocupante”, destacó.
Ecos en otros rubros
La caída en la industria y el comercio, a su vez, empezó a mostrar sus consecuencias en otras áreas, como la logística y el transporte, donde, de acuerdo a Luis Velázquez, secretario general de Camioneros en La Matanza, “hay dos mil suspensiones por falta de trabajo”. “Bajó mucho la actividad porque, por ejemplo, hacíamos muchos trabajos para Garbarino, que ya no vende como antes, y lo mismo pasa con la cementera Klaukol, por la caída en la construcción. Somos el último eslabón de la cadena, pero el efecto ya se siente porque la situación no da para mucho más”, evaluó el referente sindical.
En la misma sintonía, Ernesto Ludueña, representante de los trabajadores de Comercio y secretario general de la CGT de la Unidad matancera, coincidió en que, si bien “la industria es la más complicada por la situación, en el comercio se vive una situación parecida”. “La economía se ha enfriado y al comerciante pequeño y mediano se le hace muy cuesta arriba pagar los salarios y renovar los contratos de alquiler, entonces, entre el cierre de comercios y algunos retiros supuestamente voluntarios, pero que han sido forzados y que empleados de muchos años han aceptado sin otra opción, tenemos 1.200 bajas. Estamos alarmados porque creemos que, aun, no se ha sentido lo peor”, concluyó.
Planean medidas paliativas
A raíz de los encuentros del Consejo Participativo, el Ejecutivo local se comprometió a implementar políticas que permitan dinamizar la actividad productiva local. En ese sentido, Giorgi aseguró que ya se está elaborando una ordenanza para oficializar la puesta en marcha de Compre Matancero, una iniciativa que los industriales y empresarios locales vienen proponiendo desde hace dos años.
“Será una nueva política de compras bajo la cual el Municipio priorizará las compras de productos producidos en La Matanza, frente a productos de otros orígenes”, explicó la funcionaria.
Asimismo, la secretaria de Producción aseguró que, “en 120 o 180 días” se lanzará una especie de Mercado Libre Matancero, con el objetivo de interconectar a través de esta plataforma a potenciales compradores y vendedores que sean de La Matanza, lo que va a generar mayor actividad pero también reducción de costos a las empresas”, planteó.