Para Ortiz y Ludueña, la unidad de las CGT matanceras “vendrá de la mano de lo que pase a nivel nacional”
Los líderes de las centrales obreras locales celebraron el acercamiento de los dirigentes nacionales, pero plantearon algunas dificultades para replicar ese escenario en La Matanza.
Tras el encuentro que, a principios de semana, tuvieron los líderes de las tres CGT nacionales, Antonio Caló, Luis Barrionuevo y Hugo Moyano, en donde se le puso fecha a la reunificación de las centrales obreras, el movimiento obrero matancero, escindido desde 2014, se mostró a favor de la unidad, pero planteó algunos obstáculos para replicar esa marcha a nivel local.
Consultado por El1 Digital, Mario Ortiz, secretario general de la CGT oficialista de La Matanza, analizó: “Me parece bien el encuentro, veo que se dará la unidad y está bien que se refuercen los vínculos en este contexto”, aunque criticó las prioridades planteadas por los líderes sindicales en sus reclamos al Gobierno nacional.
“No estoy muy de acuerdo en que solo se pongan de manifiesto los reclamos por Ganancias, que es un tema importante, pero no es la prioridad cuando estamos viendo un contexto de despidos en el ámbito público y privado”, reprochó en ese sentido. “Ver que salen solo a pedir por Ganancias, sin priorizar que las familias se quedan en la calle, me parece un error”, completó en el mismo sentido.
En tanto, en diálogo con este medio, Ernesto Ludueña, quien lidera la central obrera local que, en abril de 2014, rompió con el liderazgo de Ortiz, destacó que la unidad nacional “se da en un momento justo, cuando los trabajadores tenemos tantos reclamos”. “Lo veníamos pidiendo desde la regional La Matanza por la necesidad y la urgencia de la unificación de la CGT nacional; es un momento oportuno porque el movimiento obrero tiene mucho para plantearle al Gobierno y lo mejor es hacerlo desde la unidad de acción y criterio”, sumó.
“Tenemos urgencias: los jubilados y pensionados están atravesando un momento delicado porque no llegan a fin de mes, hay que modificar el Impuesto a las Ganancias, plantear el tema de la inflación y los despidos y que nos devuelvan la plata de las obras sociales porque necesitamos que las alienten a dar mejores prestaciones y, para eso, necesitamos que el Estado nos devuelva los fondos”, puntualizó en cuanto a los reclamos.
Sin embargo, el panorama local parece estar más complicado, tras la ruptura de las centrales obreras matanceras que se dio entre marzo y abril de 2014 y terminó con más de 30 años de unidad. Al respecto, Ortiz señaló: “Estamos charlando, tratando de congeniar para que en cualquier conflicto estemos todos juntos, pero en la práctica es complicado que se dé, porque no siempre vemos reacciones buenas cuando nos acercamos”.
“Vemos actitudes soberbias por momentos, entonces, así, no se puede. Queremos hacer lo posible, pero necesitamos buena actitud del otro lado”, criticó, aunque evitó dar nombres. “De todos modos, hay buena relación y respeto y, con muchos, hay buen diálogo, pero hay que respetar a todos los gremios por igual, sin importar su cantidad de afiliados, no me gusta la soberbia”, sintetizó.
Por su parte, Ludueña aseguró hacerse “eco de esta intención de unificarse” y celebró “la unidad del movimiento obrero”, pero condicionó el escenario local a lo que suceda en el plano nacional. “La unidad vendrá de la mano de lo que pase a nivel nacional, vendrá por decantación porque no podemos avanzar en una unidad en La Matanza si no se da la mismo en nuestra casa madre. Una vez que se constituya una nueva dirección nacional, caerán todos los cargos regionales y se volverán a elegir los representantes”, cerró.