Estudian el sector agrícola matancero para generar políticas públicas
Investigadores de la Universidad Nacional de La Matanza estudian el sector agrícola del partido con el objetivo de visibilizar las problemáticas que existen sobre el desarrollo productivo, la sustentabilidad y la integración de esta actividad a las políticas municipales.
El Gran Buenos Aires representa uno de los polos económicos industriales más poderosos de Argentina y Latinoamérica. Sin embargo, dentro del partido de La Matanza, el principal sustento del sector periurbano es la comercialización agrícola desarrollada por organizaciones sociales y familias productoras.
Con el paso del tiempo, la actividad agropecuaria se ha ido modificando en su aspecto económico, social y ambiental. Por ello, la licenciada en Sociología y especialista en Desarrollo Local, Susana Carmen Battista, analiza en su investigación la presencia de políticas públicas sensibles a estas transformaciones, el desarrollo de esta actividad y la inversión estatal en ciencia y tecnología orientada a la generación de producción y empleo.
A través de un trabajo etnográfico, la investigación se centra en “explicar las técnicas y características de la producción y las capacidades de los actores que intervienen, a fin de aportar insumos para el desarrollo de las políticas públicas de las diversas áreas del gobierno municipal y un planteo integrado de las mismas”, describe la especialista.
En este aspecto, la investigadora destaca que la visibilización social y política del desarrollo productivo es muy importante ya que “puede constituir una oportunidad para la creación de proyectos empresariales y sociales con un alto impacto en el empleo local y permitir el abastecimiento de productos frescos, saludables y accesibles para el consumo popular”, explica.
Vínculos sustentables
Para Battista, el fortalecimiento de las relaciones entre los productores y las políticas estatales resultan factores claves para impulsar un mejor desarrollo. “Esto puede mejorar el desempeño de las unidades productivas agrícolas en La Matanza y contribuir en un proceso de transición agroecológica”, detalla.
En este marco, “la generalización de una mayor conciencia ambiental y una creciente demanda por alimentos sanos y naturales”, fue el puntapié inicial para desarrollar la investigación en la cual explican de qué forma se conectan las dimensiones económicas, sociales y ambientales a la agricultura en un distrito en el que es reciente la mirada sobre las mismas.
Sin embargo, la investigadora destaca que aún queda mucho trabajo por realizar: “Queda pendiente inclusión del sector en una estrategia sostenida de desarrollo orientada a la inclusión social, la sustentabilidad económica de la producción local, el respeto y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales”, concluye.